Salmo 96 |
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* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)
Hazañas del Rey
1*Reina
Yahvé; alégrese la tierra,
muestre su júbilo la multitud de las islas.
2*Nubes
y oscura niebla le rodean,
justicia e imperio
son el fundamento de su trono.
3*Delante
de Él va el fuego
Y abrasa en derredor a sus enemigos.
4Sus
relámpagos iluminan el orbe,
la tierra lo ve, y tiembla.
5*Los
montes, como cera,
se derriten ante Yahvé,
ante el Dominador de toda la tierra.
6*Los
cielos proclaman su justicia,
y todos los pueblos ven su gloria.
7*Confundidos
quedan
todos los que adoran simulacros,
y los que se glorían en los ídolos.
“¡Adoradlo, ángeles todos de Dios!”
8*Lo
oye Sión, y se llena de gozo;
y las ciudades de Judá
saltan de alegría,
por tus juicios, oh Yahvé.
9Pues
Tú eres, Yahvé,
excelso sobre toda la tierra,
eminentísimo sobre toda deidad.
10*Yahvé
ama a los que odian el mal;
guarda las almas de sus santos,
los arrebata de la mano de los impíos.
11*Ya
despunta la luz para el justo,
y la alegría para los de corazón recto.
12Oh
justos, regocijaos en Yahvé
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1. El título que tiene en la Vulgata alude a la
tierra restaurada y recuerda las promesas de
Génesis 13, 14 s.; 15, 18: Ezequiel 20, 40-42;
36, 33-35, etc. San Agustín y otros Padres ven
en la tierra restituida la humanidad plenamente
redimida por Cristo, el Rey poderoso y justo
Juez que ha de venir con gloria y confundirá a
los impíos pero alegrará a los suyos (cf. Lucas
21, 28; Romanos 8, 23). “También este Salmo,
como el precedente, trata del advenimiento del
reino de Dios. I. En una magnífica teofanía
aparece el Señor para el juicio (1-8); II.
Confunde a los cultores de ídolos y salva de sus
enemigos a los justos, dándoles luz y alegría
(7-12)” (Salterio Romano). El carácter mesiánico
de este Salmo está declarado por San Pablo (cf.
versículo 7 con Hebreos 1, 6).
Reina
Yahvé: ‘Con esta fórmula se proclama la
realeza divina sobre el mundo en forma parecida
a como eran aclamados los reyes en el pueblo
hebreo’ (Prado). “La
multitud de las islas: hebreo:
iyyim,
esto es, las costas marítimas, regiones a las
cuales tienen acceso las naves; luego, tierras
situadas allende el Mar Mediterráneo, ya sean
islas o litorales. Cf. Isaías 41, 1-5, etc.”
(Salterio Romano). Véase el comienzo de los
Salmos 92 y 93.
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2 ss. Teofanía que recuerda la aparición
del Señor en el Sinaí (Éxodo 19, 16 ss.; 20, 18
ss.). El Salterio Romano la asemeja a la de
Salmo 17, 8-16 y Habacuc 3, 3-12. Cf. Salmo 49,
3; I Corintios 3, 13; II Pedro 3; 10, etc.
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3. El Dies Irae nos recuerda: “Cuando venga a
juzgar el siglo por el fuego” (Cf. Salmo 89, 4 y
nota).
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5. Véase Miqueas 1, 4; 4, 13; Zacarías 4, 14.
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6. Cf. Salmo 49, 6; Isaías 61, 11.
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7. Ángeles
todos de Dios: El Texto Masorético dice:
kol elohim (todos los dioses), pero tanto los LXX como la Vulgata y
la Peschitto han traducido
“ángeles”;
y como bien observa Calès, sería poco natural
que el salmista hiciese adorar a Dios por seres
que no existen, como son los dioses. San Pablo
dice también ángeles según los LXX, al citar e
interpretar este versículo, aplicándolo al
triunfo de Jesús en su segunda venida, cuando el
Padre “introduzca de nuevo a su Primogénito en
el mundo” (Hebreos 1, 6). También lo ha
considerado así la liturgia, que con los
versículos 7, 8 y 1 de este Salmo ha formado el
célebre Introito que se repite en la Misa los
seis domingos después de Epifanía. Así, pues,
hemos mantenido el texto como lo hace San Pablo,
es decir, poniéndolo en boca del mismo Padre
celestial como una orden dada a los ángeles, y
que al oírla Sión (versículo 8 y nota), la
llenará de gozo. Es interesante observar que,
según los LXX, este texto figura también cuando
se anuncia la sangrienta venganza del Señor en
el Cántico de Moisés (Deuteronomio 32, 43), que
luego vemos mencionado en Apocalipsis 15, 3
cuando aparecen las siete plagas finales de la
ira de Dios. El nuevo Salterio Romano,
comentando ese pasaje del Cántico de Moisés,
dice que ‘predica el triunfo del pueblo de
Israel que ciertamente será castigado por un
tiempo, pero que enmendado y purgado por el
Señor será protegido y librado.’
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8. El triunfo del Señor será también triunfo y
gloria de Israel y de su Santuario en Sión
(Páramo). Cf. Salmos 47, 12; 86, 4 y nota; Lucas
2, 32. “Las
ciudades de Judá literalmente:
las hijas
de Judá, hebraísmo para significar otras
poblaciones y lugares de la región” (Salterio
Romano).
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10. “Si amas a Cristo debes aborrecer lo que Él
aborrece” (San Agustín).
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11 ss. Cuadro típico de la felicidad del tiempo
mesiánico.
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