Salmo 92 |
|
* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)
El Señor, Rey del orbe
1*Reina
Yahvé;
se ha revestido de majestad.
El Señor se reviste de poder,
se ciñe las armas;
da estabilidad al orbe de la tierra,
que no se moverá.
2*Fijado
está tu trono desde ese tiempo;
Tu eres desde la eternidad.
3Alzan
los ríos, Yahvé,
alzan los ríos su voz;
alzan las olas su fragor.
4*Pero,
más poderoso
que la voz de las muchas aguas,
más poderoso que el oleaje del mar,
es Yahvé en las alturas.
5*Tus
testimonios, Yahvé, son segurísimos;
corresponde a tu casa la santidad
por toda la duración de los tiempos.
*
1. Como observa Vaccari y lo mismo Páramo y
otros, este Salmo ‘es el primero de una serie de
ocho himnos, hasta el Salmo 99 inclusive, que
cantan a Dios como Rey de todo el mundo, y que
poniéndose en aquel momento ideal en que Él será
reconocido como rey por todos los pueblos,
aclaman su subida al trono’. De ahí que ‘la
aclamación que empieza por esas palabras
vibrantes, va a continuar hasta el Salmo 99:
Aclamad al Señor, tierras todas (Dom Puniet).
Reina Yahvé: Literalmente sería, como otros vierten:
Yahvé se
ha hecho Rey, o ha empezado a reinar;
muestra el día en que Dios adquiere una cualidad
nueva: la de rey, y ‘se adorna con las
aparatosas investiduras que suelen éstos llevar
en su coronación’ (Bover-Cantera). Con iguales
palabras empiezan los Salmos 96 y 98, proféticos
y mesiánicos, que ofrecen muchos datos para la
interpretación del presente, lo mismo que los
Salmos 44, 71 y 109. ‘Los Santos Padres, lo
mismo que los rabinos judíos, lo aplicaban
generalmente a la época del Mesías’, pues el
poema ‘muy rico en pensamientos no obstante su
brevedad, y que abre una notable serie de Salmos
teocráticos, nos muestra por anticipación al
Señor reinando sobre la tierra entera y celebra
esa realeza perfecta’ (Fillion). El Salmo se
reza hoy en los Laudes del domingo; antiguamente
se cantaba, como observa Puniet, en las Vísperas
del sábado, conforme al epígrafe que lleva en la
Vulgata.
Se ha revestido, etc.: Calès señala una
relación con Isaías 51, 9 y 52, 7. Cf. Salmo 64,
7. Se ciñe
las armas: así también Páramo. Cf. Salmo 44,
4. Da estabilidad, etc.: Véase sobre esto II
Pedro 3, 10-13; Isaías 65, 17; 66, 22;
Apocalipsis 21, 1.
*
2. “Se describe su ascensión al trono y el acto
de ser reconocido y aclamado por todos los
pueblos” (Páramo). Véase Lucas 1, 32; Daniel 7,
14 y 27; Salmo 79, 18; Isaías 9, 7; Apocalipsis
5, 9 s.
Fijado está etc.: Así también Desnoyers,
Puniet, Ubach, etc., como LXX y Vulgata. El Rey
existe desde toda la eternidad como Persona
divina. pero no habrá tomado posesión del Reino
sino en el tiempo fijado por Dios. Calès hace
notar que entre los exégetas antiguos y
modernos, son muchos los que lo han aplicado al
Reino de Cristo, viéndolo de distinta manera:
unos “en su Iglesia militante como triunfadora
de los reyes de la tierra, de los rebeldes y de
los perseguidores; otros, en la Iglesia
triunfante, cuando la justicia y la paz hayan
sido adecuada y definitivamente establecidas por
el juicio final”. El P. Callan anota que “el
salmista aclama la soberanía de Yahvé no sólo
sobre Israel sino sobre todo el mundo” y que
después de haber sido humillado y cruelmente
perseguido, Israel, “ahora el Señor ha
intervenido y rescatado a su pueblo de sus
acérrimos enemigos”. Cf. Salmo 71, 11 y nota; 2,
6-8; 109, 1-3; Hechos 1, 7; Lucas 19, 11-27;
Apocalipsis 11, 15 y 17; 19, 6. La Biblia de
Sales, comentando este último texto del
Apocalipsis, después de señalar la caída de
Babilonia, pone la siguiente nota de Martini:
“Según nuestra manera de entender, Dios comienza
a reinar y a ejercitar el sempiterno y absoluto
imperio que tiene sobre todas las cosas,
solamente cuando, ejecutadas sus venganzas y
castigados los enemigos, demuestra contra éstos
su absoluta potestad no menos que su generosa
bondad hacia los elegidos reunidos en su reino
por todos los siglos.”
*
4. Pero,
más poderoso, etc.: Así también Vaccari,
Páramo, y otros. Cf. s. 97, 7 s.; Habacuc 3,
8-13; Lucas 21, 25.
*
5. Tus
testimonios, etc.: En sentido doctrinal;
porque nada es más fiel que la divina Palabra
(Salmo 18, 8), justificada en sí misma (ibíd.
versículo 10) y que no necesita testimonio de
los hombres (Juan 5, 34 ss.). El sentido
profético, concorde con el contexto, y
confirmado según Gramática en Apocalipsis 19, 9
y 22, 6, indica la fidelidad firmísima de estos
anuncios sobre los tiempos en que Dios grabará
su Ley en los corazones y todos los conocerán
(cf. Jeremías 31, 31-34, citado en Hebreos 8,
8-11 y en 10, 16 s.). La casa de Dios cuya
santidad se anuncia es, dice Ubach, el Templo de
Jerusalén. Calès se pregunta si se alude al de
Salomón o de Zorobabel; pero, como dice Vaccari,
se trata de un templo que ya no será violado
como lo fueron esos dos, y cuya santidad quedará
confirmada para siempre (Isaías 11, 9; 65, 24;
Ezequiel 37, 28; 40, 1 y note). Cf. también
Apocalipsis 19, 6-9 donde vemos que la esposa
del Cordero será santa en todos sus miembros
porque se habrá preparado para las Bodas.
|