Iglesia Remanente

Salmo 86

       

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* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)

 

Salmo 86 (87)

Gloria de Sión

1*De los hijos de Coré. Salmo. Cántico.

¡Él la fundó sobre los montes santos!

2*Yahvé ama las puertas de Sión

más que todos los tabernáculos de Jacob.

3*¡Oh ciudad de Dios,

de ti se dicen cosas gloriosas!

4* “Contaré a Rahab y a Babel

entre los que me conocen;

he aquí a Filistea y a Tiro

y al pueblo de los etíopes:

han nacido allí.”

5*Así se dirá de Sión:

“Uno por uno,

todos han nacido en ella,

y es el mismo Altísimo

quien la consolidó.”

 

6Y en el libro de los pueblos,

Yahvé escribirá:

“Estos nacieron allí.”

7*Y cantarán danzando:

“Todas mis fuentes están en Ti.”

 



* 1. Es uno de los Salmos más hermosos; breve en la forma, pero apretado en ideas. Como en Salmos 75, 3; 84, 10; 85, 9; 131, 13, etc., y con un lirismo que lo lleva a empezar ‘ex abrupto’, canta el salmista la gloria de Sión y el reino mesiánico sobre todas las gentes. Montes santos: ‘Las colinas de Sión y Moriah sobre las cuales está edificada Jerusalén’ (Fillion). Ambas fueron elegidas para el Santuario y favorecidas con manifestaciones de Dios (Génesis 14, 18; 22, 2; II Reyes 24, 18). Cf. Salmos 2, 6; 67, 16 y nota; Miqueas 4, 1 s.

* 2. Ama más a Sión que al resto de Israel. Samaria cayó en semipaganismo (IV Reyes 17, 41) y sus diez tribus nunca volvieron del cautiverio de Asiria. En cambio “la salvación viene de los judíos”, como dice Jesús (Juan 4, 22). Cf. Salmo 77, 67 s.; Isaías 49, 14 ss.; 59, 20 (citado en Romanos 11, 26); 60, 10 y 15; Jeremías 3, 17 s.; Mateo 27, 37. etc. Algunos lo aplican a la Jerusalén celestial, más amada que la otra porque ella es, dicen, la esposa del Cordero. Pero ello sería sólo una acomodación, pues el texto no compara aquí ambas ciudades sino a una con el resto de Israel. Por otra parte, San Pablo nos revela que el ‘Misterio’ del Cuerpo místico estuvo escondido desde la eternidad hasta que a él se le encomendó anunciarlo como apóstol de los gentiles (Efesios 3, 8 s.; Colosenses 1, 25 s.), y también les dice a los hebreos que Abrahán y los patriarcas aspiraban ya a la ciudad celestial (Hebreos 11, 10 y 16; cf. 12, 22). Las puertas, como hacen notar los comentaristas, indican una ciudad, en contraste con la vida nómade. Según el Salmo 121, 3. Sión será la ciudad modelo y según Isaías 1, 24-27, después de purificada, “será llamada ciudad del justo, ciudad fiel”. Cf. Isaías 24, 23.

* 3. “Alude a los destinos gloriosos a que, según los profetas. Dios ha destinado a la Ciudad santa” (Páramo). Llama la atención en todos ellos la magnitud y extensión de esas promesas (cf. Salmo 64, 2 y nota; Ezequiel 40, 2; Mateo 23, 39). “Es el sentido de todos los Salmos graduales (119-133)” (Dom Puniet). Ciudad de Dios: Jesús, en Mateo 5, 35, la llama la ciudad del gran Rey (cf. Salmo 47, 2-3). Lesètre dice a este respecto que, según Baruc 5, 2. “Dios pondrá la mitra de honor sobre la Jerusalén restaurada” (cf. Salmo 68, 36). Cosas gloriosas: ‘Las que a continuación se dicen de ser Sión la metrópoli espiritual de todos los pueblos’ (Prado). Un “selah” (repetido en el versículo 6) subraya la profundidad y trascendencia de estas palabras misteriosas.

* 4. “El salmista cede la palabra a Yahvé para dejarle pronunciar una profecía que tiene su paralelo en Isaías 2, 2 s. y 11, 10” (Ubach). Véase esos pasajes con sus notas y variantes según el hebreo. Por Rahab aquí se entiende Egipto, como en Isaías 30, 7 (texto hebreo). En el fondo esto no contradice a los muchos autores que ven en Rahab a la ramera que reconoció a Dios (Josías 2, 9 ss.) y fue salvada (Josías 6, 17 y 25); cuya fe elogia San Pablo (Hebreos 11, 31) y a quien Jesús comprende en su profecía contra la Sinagoga (Mateo 21, 31), pues hasta los pueblos más adversos a Israel vendrán a Sión para adorar a Dios (Mateo 8, 11). Filistea, etc., es decir, las naciones de todos los rumbos no sólo vendrán a Jerusalén (Isaías 49, 12; 60, 5), sino que la tendrán por patria suya.

* 5 s. Calès, refutando a algunos que ‘exorcizan como pueden el espectro desagradable del profetismo mesiánico’, dice que ‘tenemos aquí un oráculo de la conversión universal de las naciones a Yahvé como en Isaías 2, 2-4 y en tantos otros pasajes de los profetas, paralelos o análogos. Los nombres propios citados por el salmista lo son a título de ejemplos. Y más adelante es cuestión simplemente de “registro de los pueblos”. Y Sión es aquí ante todo la Sión literal, metrópoli del reino davídico. Pero su concepto no se detiene allí, sino que se baña en la luz lejana y misteriosa de las esperanzas mesiánicas’. Sobre estos nuevos hijos de Sión, cf. Isaías 49, 21. En el versículo 6 Yahvé es representado ‘como llevando personalmente los registros, anotando uno por uno’ (Prado).

* 7. Todas mis fuentes están en Ti: Tal sería, según varios autores, el título de la danza festiva, cuyo sentido parece ser la alabanza de Sión como centro espiritual de todos los pueblos (cf. Isaías 59, 19 ss. citado en Romanos 11, 26; Isaías 60, 10-22, etc.). Otros entre ellos Vaccari, prefieren conservar la lección de los LXX según la cual estarán llenos de gozo cuantos moren allí.