Salmo 88 |
|
* (Alef 1-8) (Bet 9-16) (Guimel 17-24) (Dalet 25-32) (He 33-40) (Vau 41-48) (Zain 49-56) (Het 57-64) (Tet 65-72) (Yod 73-80) (Caf 81-88) (Lamed 89-96) (Mem 97-104) (Nun 105-112) (Samec 113-120) (Ayin 121-128) (Pe 129-136) (Sade 137-144) (Qof 145-152) (Resch 153-160) (Sin 161-168) (Tau 169-176)
Promesa del reino mesiánico a David
1*Maskil de Etán ezrahita.
2*Quiero
cantar eternamente
las misericordias de Yahvé;
que mi boca anuncie tu fidelidad
de generación en generación.
3*Porque
Tú dijiste: “La misericordia
está afianzada para siempre”,
y en el cielo afirmaste tu fidelidad:
4
“He hecho un pacto con mi escogido,
he jurado a David, mi siervo:
5*Para
siempre haré estable tu descendencia;
daré firmeza a tu trono
por todas las generaciones.”
6Los
cielos pregonan
tus maravillas, oh Yahvé,
y tu fidelidad la asamblea de los santos.
7*Porque
¿quién en los cielos
se igualará a Yahvé,
y quién entre los hijos de Dios
será semejante a Él?
8Dios
es glorificado
en la asamblea de los santos;
grande y formidable sobre cuantos le rodean.
9*¡Yahvé,
Dios de los ejércitos!
¿Quién como Tú?
Poderoso eres, oh Yah,
y tu fidelidad te circunda.
10*Tú
señoreas la soberbia del mar,
Tú domas la altivez de sus olas.
11*Tú
hollaste a Rahab como a un cadáver;
con el poder de tu brazo dispersaste a tus enemigos.
12*Tuyos
son los cielos
y tuya es la tierra,
Tú cimentaste el orbe
y cuanto contiene.
13*Tú
creaste el Septentrión
y el Mediodía;
el Tabor y el Hermón
se estremecen al Nombre tuyo.
14Tú
tienes el brazo poderoso,
fuerte es tu mano,
sublime tu diestra.
15*Justicia
y rectitud
son las bases de tu trono;
la misericordia y la fidelidad
van delante de Ti.
16*¡Dichoso
el pueblo
que conoce el alegre llamado!
Caminará, oh Yahvé,
a la luz de tu rostro.
17Continuamente
se regocijará
por tu Nombre.
y saltará de exultación
por tu justicia.
18*Porque
Tú eres la gloria de su fortaleza,
y por favor tuyo
será exaltado nuestro poder.
19Pues
de Yahvé es nuestro socorro,
del Santo de Israel, que es nuestro Rey.
20*Hablaste
un día en visiones a tus santos, y dijiste:
“He impuesto la corona a un héroe,
he ensalzado al escogido de entre mi pueblo.
21*He
descubierto a David, mi siervo,
lo he ungido con mi óleo santo,
22para
que mi mano esté con él siempre
y mi brazo le dé fortaleza.
23No
lo engañará el enemigo;
ni el maligno lo humillará.
24Pues
Yo destrozaré delante de él
a sus enemigos,
y destruiré a los que le odian.
25Mi
fidelidad y mi gracia están con él;
y en mi Nombre será exaltado su poderío.
26Extenderé
su mano sobre el mar,
y su diestra sobre los ríos.
27*Él
me invocará: “Tú eres mi Padre;
Tú mi Dios y la roca, de mi salud.”
28*Y
Yo lo haré primogénito;
el más excelso entre los reyes de la tierra.
29Le
guardaré mi gracia eternamente,
y para él será firme mi alianza.
30Haré
durar para siempre su descendencia,
y su trono como los días de los cielos.
31*Si
sus hijos abandonaren mi Ley
y no caminaren en mis preceptos,
32si
violaren mis disposiciones
y no guardaren mis mandamientos,
33castigaré
con la vara su delito,
y con azotes su culpa;
34pero
no retiraré de él mi gracia,
ni desmentiré mi fidelidad.
35No
violaré mi pacto,
ni mudaré cuanto han dicho mis labios.
36Juré
una vez por mi santidad;
¿acaso quebrantaré mi palabra a David?
37*Su
descendencia durará eternamente,
y su trono como el sol delante de Mí,
38y
como la luna, firme para siempre,
testigo fiel en el cielo.
39*Sin
embargo Tú (nos) has rechazado
y echado fuera,
te has irritado gravemente
contra tu ungido;
40has
despreciado el pacto con tu siervo,
profanaste su corona (echándola) a tierra.
41Has
destruido todas sus murallas,
has reducido a ruinas sus fortificaciones.
42Lo
saquearon cuantos pasaron por el camino,
ha venido a ser el ludibrio de sus vecinos.
43Levantaste
la diestra de sus adversarios,
llenaste de regocijo a todos sus enemigos.
44Le
embotaste el filo de su espada,
y no le sostuviste en el combate.
45Apagaste
su esplendor
y derribaste por tierra su trono.
46Abreviaste
los días de su juventud,
lo cubriste de ignominia.
47*
¿Hasta cuándo, Señor?
¿Te esconderás para siempre?
¿Arderá tu ira como el fuego?
48*Recuerda
lo que es la vida;
¿acaso habrías creado en vano a los hijos de los
hombres?
49*
¿Qué hombre podrá sobrevivir
sin ver la muerte,
y sustraer su vida
a las garras del sepulcro?
50¿Dónde
están, Señor,
tus antiguas misericordias,
las que a David juraste por tu fidelidad?
51*Señor,
acuérdate
del oprobio de tus siervos:
llevo yo en mi pecho
las hostilidades de los gentiles,
52el
insulto con que tus enemigos
persiguen, oh Yahvé,
persiguen los pasos de tu ungido.
53*Bendito
sea el Señor eternamente.
¡Así sea! ¡Así sea!
*
1 ss. Varias veces figura el nombre de
Etán,
como el de Asaf, entre los levitas cantores del
Templo constituidos por David (I Paralipómenos
6, 31 ss.), lo mismo que Hemán, quien figura
como autor del Salmo anterior. En el presente,
que empieza con un himno (1-19), el contenido
central es profético (20-38), terminando en
forma elegíaca que suspira por la decadencia
actual del pueblo que recibió tales promesas.
‘El punto especial sobre el cual quiere insistir
el salmista es la alianza, garantizada por un
solemne juramento, que Yahvé contrajo con la
dinastía davídica: esta dinastía debe guardar el
trono para siempre’ (Calès). Aunque no es un
Salmo precisamente sapiencial es llamado Maskil,
debido quizá por las enseñanzas que contiene de
historia y profecía.
*
2. Es el anhelo supremo del alma que cree en el
amor paternal de Dios y ansía que todos lo vean.
Es el lema de Santa Teresa de Lisieux. Cf. Salmo
49, 14 y nota.
*
3. Sobre
misericordia y fidelidad véase versículo 15;
Salmo 116, 2 y notas.
Afirmaste: se refiere a la solemne promesa que sigue en el versículo
4 s.
*
5. He aquí el tema principal de este Salmo como
del Salmo 131 (véase allí las notas): la promesa
de la realeza eterna de David, que se lee en II
Reyes 7, 10-16. Es de notar que el mismo Rey
Profeta creyó entonces que esa promesa se
cumpliría ininterrumpida y eternamente desde
Salomón. Así lo dice en su sublime plegaria (II
Reyes 7, 24-29) y lo repite en su último cántico
(II Reyes 23, 5). Pero la promesa hecha después
a Salomón llevaba una condición (III Reyes 6,
11-13; 9, 4-9) que fue violada (III Reyes 11,
11). Así lo confirma el profeta Ahías en III
Reyes 11, 29-39 y el mismo David en su lecho de
muerte (III Reyes 2, 3 s.). Véase versículo 31
ss. y nota. Tratase, pues, de un Salmo mesiánico
porque la promesa hecha a David se cumplirá en
Jesucristo (Lucas 1, 32; Isaías 9, 7; 22, 22;
55, 3; Daniel 7, 14; 7, 27; Miqueas 4, 7, etc.;
cf. Salmo 44, 7 y nota).
*
7 ss. Los
hijos de Dios: Son aquí los ángeles en
sentido lato, como se ve por el contexto (cf.
Job 1, 6; 38, 7). El salmista quiere destacar la
absoluta e infinita superioridad y omnímoda
autoridad de Dios sobre todos los seres creados,
por elevados que estén (cf. Daniel 4, 14 y 10,
13 y notas). Lo mismo hace San Pablo en Hebreos
1, 4-14, no ya con respecto al Padre sino al
Verbo encarnado, Jesús.
*
9. ¿Quién
como Tú? (cf. Salmo 76, 14). Es el grito de
guerra que da nombre al Arcángel Miguel: ¿Quién
como Dios? (hebreo: Mi-ca-Él). Cf. Daniel 10, 13
y 21; 12, 1; Judas 9; Apocalipsis 12, 7 ss.
Yah:
forma abreviada de Yahvé: el Ser por excelencia
(cf. Éxodo 3, 14 y nota). Es decir que su Nombre
es sinónimo de la verdad (Juan 17, 17),
esencialmente opuesto a lo que no es, la
mentira. De ahí que esté como circundado por su
fidelidad. Cf. versículo 15.
*
10. Cf. Job 38, 11.
*
11. Rahab,
monstruo en que se personifica la soberbia y
rebelión (en hebreo significa excitado,
conmovido); las aguas que al principio cubrían
la tierra (Génesis 1, 2, 6-9) se representan
aquí en poética personificación como enemigos
con quienes Dios lucha (cf. versículo 10; Salmo
73, 13; Job 9, 13; 26, 12; Isaías 51. 9s.). Así
lo explica, p, ej., Bover-Cantera. Según otros,
Rahab es Egipto (cf. Salmo 86, 4) (Salterio
Romano). Calès opina que aquí también puede ser
Egipto si por los enemigos dispersos se alude a
las naciones gentiles.
*
12. Es frecuente en ambos Testamentos esta forma
de alabar a Dios mediante un acto de fe en Él
como Creador y Señor de todo (cf. Hechos 4, 24).
*
13. ‘En la Transfiguración, el
Tabor y el Hermón se
estremecieron a la vista de la gloria de Cristo’
(Calès). Por eso sin duda el Salmo se dice en
esa fiesta.
*
15. ¿Quién es el rey de la tierra que puede
atribuirse semejante elogio? La bondad
misericordiosa
(hésed) y la fidelidad
(emunáh), con que nos conserva su amor y nos
cumple sus promesas, están siete veces repetidas
en este Salmo y son los dos títulos de gloria
que más invoca Dios en las Escrituras. ¿Puede
haber mayor motivo de felicidad y de confianza
para nosotros? Cf. Números 23, 19; Salmo 99, 5,
etc.
*
16 ss. En este pasaje (versículos 16-19) en que
es muy discutido el Texto Masorético, nos parece
más claro el sentido de los LXX que, como la
Vulgata, usa los verbos en futuro (así también
Vaccari), ya que el triste estado actual de
Israel que lamenta el salmista (versículos 39
ss.) no permite suponer esta alegría como
presente, sino más bien como preámbulo a los
gloriosos anuncios proféticos que siguen
(versículos 20 ss.).
“El alegre
llamado” podría ser el de Salmo 97, 6 (cf.
Salmo 109, 3 y nota). Sobre la alegría en la
Nueva Alianza, véase Salmo 150, 5 s.; Isaías 66,
10; Juan 17, 13, etc.; Filipenses 4, 4; Romanos
14, 17; I Pedro 1, 8.
*
18. Por
favor tuyo: Lo único que no hay que quitar a
Dios es el honor: la gloria de ser el solo
excelente, y bueno y generoso y sabio (Isaías
42, 8; 48, 11; Romanos 16, 27; I Timoteo 1, 17;
Judit 24). Todo lo demás nos lo da Él. hasta la
felicidad eterna y su propio Hijo (Juan 3, 16)
en quien Él tiene puesta su complacencia (Mateo
17, 5). Por eso Jesús niega que pueda tener fe
el que busca su propia gloria (Juan 5, 44), y
llama lobos rapaces a los falsos profetas,
porque es un robo el apropiarse de una parte de
gloria y alabanza, por mínima que sea, ya que
toda ella pertenece exclusivamente a su Padre.
En esto consiste principalmente el abismo que
separa el Evangelio y el mundo. Este mira como
virtud y suele llamar noble altivez lo que para
Dios no es más que soberbia. Afirmar la propia
personalidad es el consejo que daba Séneca,
Volverse niño negándose a sí mismo, en la propia
personalidad es, como sabemos, lo esencial en el
discípulo de Jesucristo (cf. I Corintios 1, 29).
pues los niños serán los primeros en el Reino, y
los que no sean como ellos no entrarán (Mateo
18, 1 ss.).
*
20. En los versículos siguientes el salmista se
refiere al vaticinio del profeta Natán acerca de
la perpetuidad del reino de David (II Reyes 7,
8-16). El
“héroe” que recibe la corona es, como
veremos, David (versículo 21), el cual es
asimismo figura de Cristo. Cf. Bar. 5, 2;
Ezequiel 37, 24-25.
*
21. He
descubierto: Notable expresión, como
diciendo: he hecho un hallazgo, que estaba
escondido en su insignificancia (cf. I Reyes 13,
14; 16, 1-13). En Hechos 13, 22 se cita este
versículo haciendo de David, no obstante su
pecado de II Reyes 11, un elogio insuperable,
que se confirma en III Reyes 11, 34;
Eclesiástico 47, 9, etc. y se explica en Hechos
7, 46. David, como María Santísima, halló gracia
ante Dios (Lucas 1, 30), es decir, le fueron
agradables, porque ambos eran pequeños
(Proverbios 9, 4 ss.).
*
27. Tú
eres mi Padre: ‘Apelación que responde a
aquella por la cual Yahvé ha dicho a su Ungido:
Tú eres mi
Hijo, en el Salmo 2, 7’ (Desnoyers). Cf.
versículo 28 y 37; Salmo 109, 3 ss.
*
28.
Primogénito. Así llama San Pablo a Jesús
(Romanos 8, 29; Colosenses 1, 15-18).
*
31 ss. En II Reyes 7, 14 ss. se explica cómo la
profecía pasa aquí del Hijo de David (Cristo),
objeto de la promesa infalible y sin término, al
hijo inmediato de David (Salomón), en quien la
promesa fue condicional (versículos 3-5), y a
sus descendientes, cuyas faltas no impedirán el
cumplimiento de la promesa hecha a David
(versículos 35 ss.).
*
37 s. Por tercera vez repite Dios la solemne
promesa (cf. versículo 4s.; 20ss.).
Como el
sol, etc. Cf. Salmo 71, 5; Jeremías 30, 20
ss., etc. Es la misma promesa de II Reyes 7, 16.
Testigo
fiel en el cielo. Texto inseguro. Si
consideramos la frase en sus diversos aspectos,
el testigo sería, según algunos, el propio Dios
que garantizaría su promesa. Otros piensan en la
misma luna; otros, en el arco iris de la alianza
con Noé (Génesis 9, 13 s.). Varios modernos
proponen otra lección que significaría más bien:
estable para siempre como las alturas de los
cielos. La nota musical
“selah”,
en el original, acentúa la importancia de todo
este pasaje.
*
39 s. Desde aquí hasta el versículo 52 se
desarrolla el cuadro de la realidad triste y
oscura; están derrotados el ejército y el poder
del ungido, es decir, del rey. Se cumplen las
sanciones anunciadas en los versículos 31 y
sigs.
*
47. ¿Te
esconderás para siempre? Es el lamento cien
veces repetido de Israel durante su larga
prueba. Cf. Salmo 76, 8; 78, 5; 84, 6. Según
Isaías esto se vincula con la ceguera del pueblo
de Dios. Cf. Isaías 6, 9-13 y nota a este
último.
*
48. Lo que
es la vida: El nuevo Salterio Romano dice:
Cuan breve
es mi vida. Según algunos, habría de
entenderse de la vida del salmista o de la del
rey, que es de edad avanzada y está ansioso por
ver el cumplimiento de las promesas del Señor
(cf. Números 23, 23; Tobías 13. 20; Salmo 101,
24 s.); pero, conforme al contexto (cf.
versículo 49), parece evidente que tiene un
alcance general, como lo observa Fillion, y se
refiere a todo Israel en el sentido de que,
siendo tan frágil la vida humana, y tan dura la
que lleva el pueblo de Dios según los versículos
39 ss. (cf. Salmo 79, 13 s.), no sólo el rey
sino todos caerían en las garras del
scheol
(versículo 49) y jamás podrían cumplirse
entonces las esplendorosas promesas davídicas
(versículo 50).Y esto es tanto más real cuanto
que los israelitas están como ovejas condenadas
al matadero (Salmos 43, 22; 78, 11; 101, 21 ss.)
y los gentiles se han propuesto borrar su nombre
de la tierra (Salmo 73, 8; 82, 5). En tal caso
¿para qué habría Dios creado a los hombres si el
pueblo escogido había de perecer de esa manera?
Este es el sentido del segundo hemistiquio según
los LXX y la Vulgata, que conservamos como Ubach
y otros. Las versiones del Texto Masorético,
diversamente entendidas, insistirían sobre la
fugacidad de la vida:
“acuérdate
de qué ‘nada’ hiciste a los hombres”
(Fillion), aludiendo a que Adán fue hecho de
barro. Pero no es menos cierto que fue hecho
inmortal, a pesar del barro, por lo cual no
parece viable tal lección ni la que dice que
Dios creó a los hombres caducos, pues no fue Él
quien hizo la muerte (cf. Sabiduría 2, 23-24 y
notas). Algunos piensan que los versículos 48-49
son transportados del Salmo 89, sea como texto o
nota marginal.
*
49. Como se ha visto en la nota anterior, no
podría suponerse en este versículo una
afirmación doctrinaria o universal sobre la
mortalidad de todo hombre, que estaría aquí
fuera de lugar. Por lo demás es natural que el
salmista no conociera (cf. Salmo 87, 11 y nota)
el misterio que San Pablo explica en I Corintios
15, 51 ss. (texto griego), según el cual hoy
sabemos que los que vivamos en el momento de la
segunda venida de Cristo, “seremos arrebatados…
en nubes hacia el aire al encuentro del Señor”
(I Tesalonicenses 4, 17).
*
51 s. Pide el castigo de las naciones que
humillan a Israel a causa de la decadencia a que
Dios lo abandona. Véase Joel 3; Judit 16, 20;
Isaías 4, 11; 49, 25 s.; Ezequiel 38, 16 ss.; II
Macabeos 6, 14; Sofonías 3, 8; Deuteronomio 32,
35, etc.
*
53. Doxología que termina el libro tercero de
los Salmos.
|