Isaías 58 |
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III. Vaticinios sobre el reino mesiánico
Piedad auténtica
1*Clama
a voz en cuello y no ceses;
cual trompeta alza tu voz;
denuncia a mi pueblo sus maldades,
y a la casa de Jacob sus pecados.
2*Me
buscan día tras día
y se deleitan en conocer mis caminos,
como si practicasen la justicia,
y
no hubiesen abandonado la ley de su Dios.
Me piden juicios justos,
y pretenden acercarse a Dios.
3*(Dicen):
“¿Por
qué ayunamos, si Tú no lo ves?
¿Por qué hemos humillado nuestra alma,
si Tú te haces el desentendido?”
Es porque en vuestro día de ayuno andáis tras
vuestros negocios
y apremiáis a todos vuestros trabajadores.
4He
aquí que ayunáis para hacer riñas y pleitos,
y para herir a otros, impíamente, a puñetazos.
No ayunéis como ahora,
si queréis que en lo alto se oiga vuestra voz.
5¿Es
éste el ayuno que Yo amo?
¿(Es éste)
el día en que el hombre
debe afligir su alma?
Encorvar la cabeza como el junco
y tenderse sobre saco y ceniza,
¿a esto llamáis ayuno,
día acepto a Yahvé?
El ayuno grato a Yahvé
6*El
ayuno que Yo amo consiste en esto:
soltar las ataduras injustas,
desatar las ligaduras de la opresión,
dejar libre al oprimido y romper todo yugo,
7*partir
tu pan con el hambriento,
acoger en tu casa a los pobres sin hogar,
cubrir al que veas desnudo,
y tratar misericordiosamente
al que es de tu carne.
8*Entonces
prorrumpirá tu luz como la aurora,
y no tardará en brotar tu salvación;
entonces tu justicia irá delante de ti,
y detrás de ti la gloria de Yahvé.
9*Entonces
clamaras, y Yahvé te responderá;
y si pides auxilio dirá: “Heme aquí”,
con tal que apartes de en medio de ti el yugo
y ceses de extender el dedo y hablar maldad.
10*Cuando
abras tus entrañas al hambriento,
y sacies al alma afligida,
nacerá tu luz en medio de las tinieblas,
y tu obscuridad será como el mediodía.
11Entonces
Yahvé te guiará sin cesar,
hartará tu alma en tierra árida,
y dará fuerza a tus huesos;
serás como huerto regado,
y como manantial de agua,
cuyas aguas nunca se agotan.
12*Edificarás
las ruinas antiguas;
levantarás los cimientos
echados hace muchas generaciones;
serás llamado reparador de brechas,
restaurador de caminos
para que allí se pueda habitar.
13*Cuando
te abstengas de caminar en sábado,
y de hacer tú gusto en mi día santo;
cuando llames al sábado (día de) delicias,
(día)
venerable y santo a Yahvé,
dejando tus caminos,
y no buscando tu propio placer
ni hablando cosas vanas,
14*entonces
hallarás tu delicia en Yahvé;
te elevaré sobre las alturas de la tierra,
y te sustentaré con la herencia de tu padre Jacob;
porque la boca de Yahvé ha hablado.
*
1. No ceses: Misión y responsabilidad
del pastor o profeta enviado. Hay en este
bellísimo capítulo enseñanzas fundamentales
de espiritualidad. “El que no instruye al
pueblo que le ha sido confiado para
convertirlo en piedras pulidas para la
reconstrucción de la Iglesia, no puede ser
llamado apóstol, ni profeta, ni evangelista,
ni pastor, ni doctor” (San Jerónimo).
*
2. Isaías retrata y azota el farisaísmo de
los que se creen justos y discuten con
sutileza los juicios de Dios, “queriendo
justificarse a sí mismos”, como dice el
Evangelio (Lucas 10, 29; 16, 15), con obras
inventadas por ellos (cf. 5, 10 y nota),
pero sin cumplir con la única justicia que
es la de su santa Ley (Salmos 4, 6 y nota).
Véase 29, 13 y Mateo 15, 3 y 8-9, donde
Jesús expone la misma doctrina; y nótese en
50, 4 y nota, cómo continúa este paralelismo
entre ambos Testamentos sobre este punto que
Dios nos presenta aquí como fundamental para
Él y que, como vemos, no se refiere a los
pecadores faltos de religión, sino a la
deformación de la religiosidad. Véase
también Mateo 23 y Lucas 11, 37 ss.
*
3 ss. ¿Por qué ayunamos? Importa
mucho reflexionar sobre esta exclamación del
pueblo y la divina respuesta que es
terminantemente negativa. No se piense que
las maceraciones corporales tienen valor en
sí mismas, como si Dios se gozase en vernos
sufrir (véase Colosenses 2, 16-23 y notas).
Lo que Él quiere son “sacrificios de
justicia” (véase Salmos 4, 6 y nota), es
decir la rectitud de corazón para obedecerle
según Él quiere y no según nuestro propio
concepto de santidad, que muchas veces es
producto de nuestra soberbia. De ningún
provecho son los ayunos y otras buenas obras
si les falta la recta intención, si su raíz
es la hipocresía, y si son acompañados de
dureza contra los pobres y deudores
(Ezequiel 1, 7 y 16). “De nada sirve quitar
al cuerpo su nutrición, si el alma no se
aparta de la iniquidad, y si la lengua no
deja de hablar mal” (San León Magno),
¡Cuántos se precian de cumplir los preceptos
y aún más, pero el motivo de su actividad no
es otro que el amor propio! “En verdad ya
recibieron su recompensa”, dice el Señor
(Mateo 6, 2). Es porque, etc., es la
respuesta de Dios a los que con Él disputan.
Véase Sabiduría 9, 10 y nota.
*
6. Los versículos 6-12 inculcan el amor al
prójimo. En esto se muestra la verdadera
piedad. “La religión pura y sin mancha
delante de Dios Padre es ésta: visitar a los
huérfanos y a las viudas en sus
tribulaciones y preservarse de la corrupción
de este siglo” (Santiago 1, 27). Cf. 1, 10
ss.; 42, 3 s.
*
7. Tu carne: es decir, tu prójimo.
Véase Mateo 25, 35 y nota. “Todo hombre es
carne vuestra” (San Jerónimo).
*
8. Prorrumpirá tu luz como la aurora:
Cuando partas tu pan con el hambriento y
sacies las almas afligidas, no tardará en
brotar en ti mismo la luz del consuelo. “Has
quitado al prójimo una carga y has quedado
libre de la tuya. Quisiste cuidar a un
enfermo y has curado la herida de tu
corazón. Quisiste consolar a afligidos y has
consolado tu propia alma. Quisiste atenuar
un dolor ajeno y has moderado la agudeza del
tuyo. Quisiste dar y has recibido” (Mons.
Keppler, Escuela del Dolor, 278). Cf.
versículo 10.
*
9. El yugo, es decir, la opresión del
pobre. Extender el dedo era señal
supersticiosa para alejar a los demonios,
pero puede entenderse también de los gestos
amenazadores de la soberbia y de la falta de
misericordia. Bien vemos aquí que la caridad
era, desde el Antiguo Testamento, no sólo la
primera y la mayor, sino también la causa y
la condición de otras virtudes, como también
de toda prosperidad (véase Eclesiástico 28).
San Isidoro de Sevilla expresa este concepto
con respecto a los obispos diciendo que
ellos deben “poner su castidad al amparo de
la caridad”.
*
10. Nacerá tu luz en medio de las
tinieblas: “Son muchos los que buscan la
luz y que creen poder encontrarla haciendo
estudios, escudriñando obras filosóficas,
penetrando en las profundidades de la
ciencia. Lo hacen porque confunden
conceptos, y suponen que es necesario una
inteligencia desarrollada para recibir la
luz, tomándola como privilegio de los
intelectuales. Se olvidan que la luz es un
don gratuito que Dios da gratuitamente a los
pequeños.” Cf. Lucas 10, 21 y nota.
*
12. Las ruinas antiguas: Esos hombres
piadosos reconstruirán Jerusalén y las otras
ciudades de Palestina. Cf. 61, 4, donde esto
se anuncia como obra mesiánica y sin la
condición previa del versículo 10. Véase
Jeremías 30, 13 y nota.
*
13 s. El día del Señor no es festivo para
diversiones mundanas, negocios y vanidades,
sino un día de delicias, esto es, un
día precioso para nosotros, agradable a Dios
y propio para escuchar -y leer sus palabras,
y hacer buenas obras. Véase 56, 2 y 6.
*
14. Te elevaré sobre las alturas;
literalmente: te haré cabalgar sobre las
alturas, para tomar triunfalmente
posesión de Palestina.
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