Jeremías |
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II.
Vaticinios contra otros pueblos
Oráculo contra Egipto
1Oráculos
de Yahvé que el profeta Jeremías recibió sobre los gentiles.
2*Para
Egipto.
Contra el ejército del Faraón Necao, rey de Egipto, que
estaba en Cárquemis, junto al río Éufrates, al que derrotó
Nabucodonosor, rey de Babilonia, el año cuarto de Joakim,
hijo de Josías, rey de Judá:
3*
“Preparad escudo y broquel,
y
salid a la batalla.
4Uncid
los caballos; jinetes, montad;
poneos en filas con los morriones; acicalad las lanzas,
ceñíos las corazas.
5*Pero
¿qué veo? Despavoridos vuelven la espalda,
batidos sus valientes,
huyen apresuradamente, sin mirar atrás,
por
todos lados terror,
dice Yahvé.
6No
se libra el ligero
ni
escapa el valiente.
Al
norte, junto al río Éufrates,
tropiezan y caen.
7*¿Quién
es éste que se hincha como el Nilo,
y
cuyas aguas se alborotan como los ríos?
8*Es
Egipto, que se hincha como el Nilo,
y
cuyas aguas se alborotan como los ríos;
que
dice: «Me hincharé, cubriré la tierra,
destruiré la ciudad y sus habitantes.»
9*¡Adelante,
caballos! ¡Carros, corred!
Pónganse en marcha los guerreros,
etíopes y libios, que empuñan el escudo,
lidios que manejan y entesan el arco.
10*Día
de venganza es éste para el Señor, Yahvé de los ejércitos,
para vengarse de sus enemigos.
Devorará la espada y se saciará;
se
embriagará de la sangre de ellos;
pues un gran sacrificio celebra Yahvé de los ejércitos, el
Señor,
en
tierras del norte, junto al río Éufrates.
11*
¡Sube a Galaad y busca bálsamo,
virgen hija de Egipto!
En
vano te multiplicarás los remedios;
para ti no hay cura.
12Las
naciones conocen ya tu oprobio;
tus
alaridos llenan la tierra;
chocó el fuerte con el fuerte,
y
cayeron ambos juntamente.”
Segundo oráculo contra Egipto
13*He
aquí la palabra que dijo Yahvé al profeta Jeremías, acerca
de la venida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, para
derrotar la tierra de Egipto:
14
“Anunciadlo en Egipto,
llevad la nueva a Migdol;
proclamadlo en Nof y en Tafnis.
Decid: «Ponte en pie y prevente,
pues ya devora la espada en torno tuyo».
15*
¿Cómo ha sido derribado tu Toro?
No
se mantuvo en pie, porque Yahvé le derribó.
16*Él
multiplica el número de los que tropiezan,
y
cayendo unos sobre otros
dicen: «¡Levantémonos,
volvámonos a nuestro pueblo
y a
la tierra en que nacimos,
huyendo de la espada destructora!»
17*Claman
allí:
El
Faraón, rey de Egipto, está perdido,
ha
dejado pasar el tiempo fijado.
18*Vivo
Yo, dice el Rey,
cuyo Nombre es Yahvé de los ejércitos.
Como el Tabor entre los montes,
y
el Carmelo junto al mar,
así
Él se presenta.
19*Prepárate
el bagaje para el cautiverio,
oh
hija que habitas en Egipto,
pues Nof se convertirá en un desierto,
será abrasada y quedará sin habitantes.
20*Novilla
muy hermosa es Egipto;
pero del Septentrión viene
un
tábano, sí, ya viene.
21Y
sus mercenarios en medio de ella,
que
son como becerros cebados,
también ellos vuelven las espaldas,
huyen todos, sin detenerse,
porque vino sobre ellos el día de su ruina,
el
tiempo de su castigo.
22Su
voz es como de sierpe que se desliza;
porque vienen con gran poderío,
vienen contra ella con hachas,
como leñadores de árboles.
23Talan
su bosque, dice Yahvé,
su
bosque impenetrable,
pues son más numerosos que las langostas,
y
no tienen cuenta.
24Quedará
confundida la hija de Egipto;
será entregada en manos
del
pueblo del Norte.”
25*Dice
Yahvé de los ejércitos, el Dios de Israel: “He aquí que Yo
castigaré a Amón de No, al Faraón y a Egipto; a sus dioses y
a sus reyes; al Faraón y a los que en él confían. 26Y
los entregaré en manos de los que buscan exterminarlos, en
manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y en manos de sus
servidores. Más después de esto será otra vez habitado, como
en los tiempos antiguos —oráculo de Yahvé.
27*Pero
tú, siervo mío Jacob, no temas;
no
te amedrentes, oh Israel;
porque he aquí que te sacaré de (tierras) lejanas,
y a
tu descendencia del país de su cautiverio.
Volverá Jacob y vivirá en plena tranquilidad,
sin
que haya quien le espante.
28*No
temas tú, siervo mío Jacob, dice Yahvé;
pues Yo estoy contigo.
Exterminaré a todas las naciones
adonde te he arrojado,
pero a ti no te exterminaré,
aunque te corregiré con equidad
y
no te dejaré del todo impune.”
*
2. En Cárquemis (Circesium), junto al
Éufrates, los babilonios vencieron en el año 605 el
ejército del rey Necao de Egipto, que antes había
ganado la batalla de Megiddó que costó la vida al
rey Josías de Judá (IV Reyes 23, 29 ss.; II
Paralipómenos 35, 20).
*
3 s. Inutilidad de las armas cuando Dios no las
quiere. Cf. Salmo 32 y notas. Uncid los caballos
(versículo 4): los carros de guerra constituían
la fuerza principal de los egipcios. Véase Éxodo
capítulos 14 y 15; Isaías 36, 9 y notas.
*
5 ss. Empieza la descripción profética de la derrota
de los egipcios en Cárquemis. El hebreo usa el
pretérito profético.
*
7. Como el Nilo: La Vulgata dice: como una
riada. El sentido es el mismo. El profeta alude
al inmenso número de los egipcios que salen a
campaña y se hinchan como el Nilo cuando sale de su
cauce.
*
8. Destruiré la ciudad: la ciudad enemiga
contra la cual marcha el ejército egipcio; es decir,
Babilonia.
*
9. Etíopes, libios y lidios: tropas
auxiliares de Egipto.
*
10. Día de venganza: Cf. Salmo 117, 24 y
nota.
*
11. Sobre el bálsamo de Galaad véase 8, 22. Tan
vanas son las medicinas como lo fueron las armas del
versículo 3.
*
13 s. Sobre las expediciones de Nabucodonosor a
Egipto véase 43, 10 y nota. Sobre Migdol, Nof
(Menfis) y Tafnis (versículo 54) véase 43, 7;
44, 1 y notas.
*
15. Tu Toro: La versión griega de los Setenta
dice: ¿Por qué cayó tu Apis? Alusión
sarcástica al culto del toro (Apis) en Egipto, que
tenía su santuario en Menfis. Su andar y la manera
de exteriorizar su apetito, especialmente cuando
comía de las manos de los visitantes, se tomaban por
oráculos del dios Ptah, cuya encarnación el buey
representaba. Todo Egipto hacía duelo cuando una de
estas bestias moría. Nótese que toda esta grande
indignación del Señor contra Egipto es a causa de
esa idolatría con que se contaminaba su amada
Israel. De la misma manera se indigna Jesús contra
los que causan escándalo (Mateo 18, 7).
*
16. Espada destructora: La Vulgata vierte:
la espada de la paloma. Véase 25, 38 y nota.
*
17. Ha dejado pasar el tiempo: Es una
interpretación dudosa. La Vulgata dice: el tiempo
trajo tumulto. La versión de los Setenta
conserva este texto en palabras hebreas, que
Condamín traduce literalmente: ruido demasiado
tarde. Otra traducción: está perdido.
*
18. Dios exalta con términos magníficos a
Nabucodonosor porque será su instrumento para
castigar a otros pueblos. Cf. 25, 9; 43, 10 y notas.
*
19. La profecía sobre Nof (Menfis) se cumplió
al pie de la letra, siendo hoy su lugar una soledad,
cubierta de la arena del desierto.
*
20. Alusión a la adoración de vacas sagradas en
Egipto. La vaca representaba a las diosas Isis y
Hathor. Un tábano, es decir, Nabucodonosor,
que viene del Norte.
*
25. Amón de No. Amón (Rah) era el dios del
sol, cuyo santuario se hallaba en No-Amón. San
Jerónimo creía que No era el nombre de
Alejandría; de ahí la versión de la Vulgata: la
multitud tumultuosa de Alejandría. En realidad
no existía Alejandría en tiempos de Jeremías, pues
la ciudad fue fundada más tarde por Alejandro Magno
en el siglo IV. La ciudad de No es la
homérica Tebas, famosa por sus cien puertas. En el
siglo XIV antes de Cristo No fue escenario de la
reforma religiosa de Amenofis IV, el cual destronó
al dios Amón e introdujo un monoteísmo que culminaba
en la figura del dios Aton. “El odio contra aquel
dios le llevó a cambiar su primer nombre de
Amenofis, que recordaba el nombre execrado (Amón
está satisfecho), por el de Ikhnaton, que
encerraba el nombre del dios dilecto (Aton está
satisfecho); poco después, y por la misma razón,
abandonó la capital, Tebas, trasladándose a la nueva
ciudad fundada por él mismo y denominada Akhetaton
(Horizonte de Aton), en lo que es hoy Tell
el-Amarna, a unos 300 kilómetros al sur del Cairo”
(Ricciotti, Historia de Israel, número 34). Bajo el
reinado de Tutankhamón, sucesor de Amenofis, los
sacerdotes de Amón lograron restablecer el culto de
su dios y eliminar los efectos de la reforma
monoteísta de Amenofis.
*
27. Siervo mío Jacob: Véase Jeremías 30, 10;
Isaías 42, 1 y nota.
*
28. Con equidad: Vulgata: con juicio,
esto es, con moderación, con misericordia. En medio
de su ira aparece la suavidad del amor paternal para
con Israel. Jamás se encrudece tanto la ira de Dios,
que no esté suavizada por su misericordia. Véase 10,
24; 29, 11; 30, 10 s.; Lamentaciones 3, 22; Efesios
2, 4.
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