Jeremías |
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El
pecado de Judá
1*El
pecado de Judá está escrito con punzón de hierro,
y
grabado a punta de diamante
en
la tabla de su corazón,
y
en los cuernos de sus altares;
2*ya
que sus hijos siempre piensan en sus altares y sus ascheras,
junto a los árboles frondosos,
sobre los altos collados.
3*
“Oh montaña mía plantada en el llano,
entregaré al saqueo tus riquezas,
todos tus tesoros, tus lugares excelsos,
a
causa del pecado en todo tu territorio.
4Perderás
por propia culpa tu herencia
que
Yo te di;
y
te haré servir a tus enemigos
en
un país desconocido
pues habéis encendido el fuego de mi cólera,
que
arderá para siempre.”
5*Así
dice Yahvé:
“Maldito quien pone su confianza en el hombre,
y
se apoya en un brazo de carne,
mientras su corazón se aleja de Yahvé.
6Será
como desnudo arbusto en el desierto;
cuando viene el bien no lo ve;
pues vive en la sequedad del desierto,
en
una tierra salobre y no habitada.
7Bienaventurado
el varón que confía en Yahvé,
cuya confianza es el mismo Yahvé.
8Es
como árbol plantado junto a las aguas,
que
extiende sus raíces hacia el río;
no
teme cuando llega el calor,
permanece verde su hoja;
no
se inquieta en el año de la sequía,
ni
deja de dar fruto.
9*La
cosa más dolosa y perversa es el corazón,
¿quién podrá conocerlo?
10*Yo,
Yahvé, que escudriño el corazón y pruebo los riñones,
para retribuir a cada cual según su proceder,
según el fruto de sus obras.
11Como
la perdiz empolla huevos ajenos,
así
el que junta riquezas, mas no con justicia,
a
la mitad de sus días tendrá que dejarlas,
y
en sus postrimerías será un necio.”
Plegaria de Jeremías
12*Trono
de gloria, excelso desde el principio,
es
el lugar de nuestro Santuario.
13*Oh
Yahvé, Esperanza de Israel,
todos los que te abandonan quedarán confundidos,
los
que se apartan de Ti, en la tierra serán escritos,
por
haber dejado a Yahvé,
la
fuente de aguas vivas.
14
¡Sáname, Yahvé, y quedaré sano;
sálvame, y seré salvo;
porque Tú eres mi gloria!
15*Mira
que ellos me dicen:
“¿Dónde está la palabra de Yahvé? ¡Que se cumpla!”
16*Yo
no he rehusado ser pastor en pos de Ti,
ni
he deseado el día aciago, Tú lo sabes;
lo
que salió de mis labios fue recto ante Ti.
17*No
quieras causarme temor,
Tú
eres mi refugio en el día malo.
18*Sean
avergonzados mis perseguidores,
mas
no quede avergonzado yo;
tiemblen ellos, y no sea yo quien tiembla.
Venga sobre ellos el día de la calamidad,
quebrántalos con doble quebranto.
Observación de sábado
19Así
me dijo Yahvé: “Ve y ponte a la puerta de los hijos del
pueblo, por donde entran y salen los reyes de Judá, y a
todas las puertas de Jerusalén; 20y diles:
Escuchad la palabra de Yahvé, reyes de Judá, y Judá entero,
y todos los habitantes de Jerusalén, que entráis por estas
puertas. 21*Así
dice Yahvé: Guardad vuestras almas; no llevéis cargas en día
de sábado, ni las paséis por las puertas de Jerusalén.
22No saquéis cargas de vuestras casas en día de
sábado, ni hagáis labor alguna, antes bien, santificad el
día de sábado, como Yo mandé a vuestros padres. 23Mas
ellos no escucharon ni prestaron oídos, sino que
endurecieron su cerviz, para no oír ni recibir la
instrucción. 24Si de veras me obedecéis, dice
Yahvé, y no introducís cargas por las puertas de esta ciudad
en día de sábado, y santificáis el día de sábado no haciendo
en él labor alguna, 25*entrarán
por las puertas de esta ciudad reyes y príncipes, que se
sentarán sobre el trono de David, montados en carrozas y
caballos, ellos y sus príncipes, los varones de Judá y los
habitantes de Jerusalén; y esta ciudad estará siempre
poblada. 26Y de las ciudades de Judá y de los
alrededores de Jerusalén, de la tierra de Benjamín y de la
Sefelá, de la montaña y del Négueb vendrán gentes trayendo
holocaustos y sacrificios, ofrendas e incienso, y ofrecerán
sus alabanzas en la Casa de Yahvé. 27Pero si no
me obedecéis en santificar el día de sábado, si al contrario
lleváis cargas, entrando por las puertas de Jerusalén en día
de sábado, encenderé en sus puertas un fuego, que devorará
los palacios de Jerusalén; y no se apagará.”
*
1. Tanto se
ha arraigado la idolatría que no se deja arrancar de
sus corazones (IV Reyes capítulo 16). En los
cuernos: Los altares estaban provistos de
cuernos como el altar de los holocaustos. Véase
Éxodo 27, 2 y nota; Levítico 4, 7.
*
2.
Ascheras (Vulgata: bosques), es decir,
ídolos de Astarté en forma de árboles o palos, que
se erguían al lado del altar. Véase 2, 20; 3, 6;
Jueces 2, 13 y nota.
*
3. En los
lugares excelsos solía hacerse el culto de Baal.
Baal significa Señor. Su culto se practicaba bajo
varios nombres, p. ej. Baalfegor, Baalzebub
(Beelzebul), Baalberit. etc.
*
5 ss. Es
ésta una de las luces más grandes y fundamentales
que nos da la divina revelación. A medida que ella
nos hace crecer en la fe y en la admiración de Dios,
nos quita toda ilusión humana sobre nosotros mismos
y sobre nuestros semejantes en la naturaleza caída.
Cf. Denz. 174-200. Véase Juan 2, 24 s.; II
Paralipómenos 32, 8; Salmo 39, 5 y nota. “Ante el
profético dilema, Judá se decidió por el «maldito el
hombre que en el hombre confía». Empujado por los
ejércitos caldeos marchó el pueblo camino del
desierto, dejando atrás con la paz y abundancia de
la Tierra prometida, su monoteísmo, su teocracia,
sus esperanzas mesiánicas. Cuando el árbol vuelva a
bañar sus raíces en las aguas del Jordán, se abrirá
de nuevo un periodo de bonanza” (Asensio).
Bienaventurado el varón que confía en Yahvé
(versículo 7): Cf. Salmo 1, 1 ss.; Job 29, 19;
Isaías 57, 13. El hombre que confía en Dios, saca de
esta misma confianza el auxilio y la gracia para
sobreponerse a todas las tribulaciones. “Si ponemos
constantemente nuestros intereses en manos de Dios,
no habrá demonio ni enemigo que pueda derribarnos”
(San Antonio). Plantado junto a las aguas
(versículo 8): El agua que vivifica las plantas era
la imagen más elocuente en Israel (Salmo 142, 6 y
nota).
*
9. San Pablo
insiste sobre esta importante y olvidada verdad
(Romanos 3, 4). Véase Salmo 115, 2.
*
10. Los
riñones; es decir, los afectos, los
pensamientos. Es una locución específicamente
bíblica.
*
12. Retoma
el pensamiento del versículo 5: Nosotros ponemos
nuestra confianza en Dios, la esperanza de Israel.
*
13.
Fuente de aguas vivas: Así se llama Jesús en
Juan 4, 10 ss.; 7, 37 ss. Cf. Isaías 12, 3 y nota.
Su Santidad Pío XII recuerda estas cortantes
palabras en la Encíclica “Sumrmi Pontificatus”, al
decir: “Un sistema de educación que no respetase el
recinto sagrado de la familia cristiana, protegido
por la ley santa de Dios... y considerase la
apostasía de Cristo y de la Iglesia como símbolo de
fidelidad al pueblo o a una clase determinada,
pronunciaría contra sí mismo la sentencia de
condenación y experimentaría a su tiempo la
ineluctable verdad de la palabra del profeta: Los
que se apartan de Ti, serán escritos en el barro.”
*
15.
¿Dónde está la palabra de Yahvé? ¡Qué se cumpla!
Es impresionante la similitud de este pasaje con el
de II Pedro 3, 3 ss. donde el Apóstol anuncia las
dudas y burlas que habrá en vísperas de la segunda
venida de Cristo, precisamente cuando esa Parusía
esté más próxima. Idénticas burlas e incredulidad
anuncia el mismo Señor, al decir que será como en
los días de Noé y en los días de Lot (Lucas 17,
26-30), y al indicarnos que cuando sucedan estas
cosas podremos saber que el reino de Dios está
próximo (Lucas 21, 31) y que “Él está cerca, a las
puertas” (Marcos 13, 29). “Lo que os digo a vosotros
lo digo a todos: ¡Velad!” (ibíd. versículo 37).
*
16. Texto y
sentido oscuros. En vez de día aciago dice la
Vulgata el día del hombre, expresión difícil
de entender. “Significa probablemente el día que un
hombre fija para un juicio, y por ende, el juicio
mismo; después el favor, la protección de los
hombres” (Vigouroux). Cf. I Corintios 4, 3.
*
17. El santo
profeta toca el fondo del corazón de Dios al
mostrarle que no desea mirarlo con miedo a Aquel que
es su esperanza. “Muchas veces, cuando todo se cree
perdido, está en verdad todo ganado y a salvo. Mucho
de lo que somos, lo debemos, no a lo que hemos
hecho, sino a lo que hemos padecido; no a lo que
teníamos, sino a lo que nos faltaba... Si no se
prensara la uva en el lagar, no habría vino” (San
Agustín). “En lo grande y en lo pequeño es siempre
cierto que los que siembran con lágrimas, con
regocijo segarán” (Mons. Keppler, Escuela del Dolor,
84).
*
18. Sobre
estas imprecaciones véase 18, 21 y nota. No son
tanto expresión de deseos de venganza personal, sino
del santo celo por la causa de Dios.
*
21. La
profanación del sábado provoca la cólera de
Dios. Los que trabajan el día del Señor o lo
profanan con los mundanos, no tienen tiempo ni gusto
de asistir a los cultos divinos. La santificación
del sábado data desde la creación del mundo (Génesis
2, 3), y fue inculcada muchas veces por la Ley
mosaica, pero tan mal practicada como hoy en muchas
partes la observancia del domingo. Véase Isaías 56,
2 y 6; 58, 13; Ezequiel 20, 16; Nehemías 13, 15 ss.;
Amós 8, 5, etc.
*
25 ss. Es
muy notable esta promesa de que el trono de David
habría continuado sin interrupción en caso de
fidelidad al mandamiento del sábado. Cf. 22, 4;
Salmo 88, 31; Isaías 35, 5 y nota. En realidad, la
casa de David perdió el trono de Judá el año 587,
cuando el rey Sedecías fue llevado al cautiverio.
Después del cautiverio el Sumo Sacerdote empezó a
tomar en sus manos, las riendas del gobierno.
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