LUCAS 24 |
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 |
VI. RESURRECCIÓN Y
ASCENSIÓN DE JESÚS
(24, 1-52)
La Resurrección.
1
Pero el primer día de la semana*,
muy de mañana, volvieron al sepulcro, llevando los
aromas que habían preparado.
2
Y hallaron la
piedra desarrimada del sepulcro.
3
Habiendo entrado, no encontraron el
cuerpo del Señor Jesús.
4
Mientras ellas estaban perplejas por
esto, he ahí que dos varones de vestidura
resplandeciente se les presentaron.
5
Como ellas estuviesen poseídas de miedo e inclinasen
los rostros hacia el suelo, ellos les dijeron: “¿Por qué
buscáis entre los muertos al que vive?
6
No está aquí; ha resucitado. Acordaos de
lo que os dijo, estando aún en Galilea:
7
que era
necesario que el Hijo del hombre fuese entregado en
manos de hombres pecadores, que fuese crucificado y
resucitara el tercer día”.
8
Entonces se
acordaron de sus palabras.
9
Y de vuelta del sepulcro, fueron a
anunciar todo esto a los Once*
y a todos los demás.
10
Eran María la Magdalena, Juana y María la (madre) de
Santiago; y también las otras con ellas referían esto a
los apóstoles.
11
Pero estos relatos aparecieron
ante los ojos de ellos como un delirio, y no les dieron
crédito.
12
Sin embargo Pedro se
levantó y corrió al sepulcro, y, asomándose, vio las
mortajas solas. Y se volvió, maravillándose de lo que
había sucedido.
Los discípulos de Emaús.
13
Y he aquí que, en aquel mismo día, dos de
ellos se dirigían a una aldea, llamada Emaús, a ciento
sesenta estadios de Jerusalén*.
14
E iban
comentando entre sí todos estos acontecimientos.
15
Y sucedió que,
mientras ellos platicaban y discutían, Jesús mismo se
acercó y se puso a caminar con ellos.
16
Pero sus ojos estaban deslumbrados para que no lo
conociesen.
17
Y les dijo: “¿Qué palabras son éstas que tratáis
entre vosotros andando?”
18
Y se detuvieron con los rostros
entristecidos. Uno, llamado Cleofás, le respondió:
“¿Eres Tú el único peregrino, que estando en Jerusalén,
no sabes lo que ha sucedido en ella en estos días?”
19
Les dijo: “¿Qué cosas?” Y ellos: “Lo de Jesús el
Nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y
palabra delante de Dios y de todo el pueblo,
20
y cómo lo entregaron nuestros sumos sacerdotes y
nuestros magistrados para ser condenado a muerte, y lo
crucificaron.
21
Nosotros, a la verdad, esperábamos que fuera Él,
aquel que habría de librar a Israel. Pero, con todo, ya
es el tercer día desde que sucedieron estas cosas.
22
Y todavía más, algunas mujeres de los
nuestros, nos han desconcertado, pues fueron de
madrugada al sepulcro,
23
y no habiendo encontrado su cuerpo se volvieron,
diciendo también que ellas habían tenido una visión de
ángeles, los que dicen que Él está vivo*.
24
Algunos de los que están con nosotros han ido al
sepulcro, y han encontrado las cosas como las mujeres
habían dicho; pero a Él no lo han visto”.
25
Entonces les dijo: “¡Oh hombres sin inteligencia y
tardos de corazón para creer todo lo que han dicho los
profetas!
26
¿No era necesario que el Cristo sufriese así para
entrar en su gloria?”*
27
Y comenzando por Moisés, y por todos los profetas,
les hizo hermenéutica de lo que en todas las Escrituras
había acerca de Él.
28
Se aproximaron a la aldea a donde iban, y Él hizo
ademán de ir más lejos.
29
Pero ellos le hicieron fuerza, diciendo:
“Quédate con nosotros, porque es tarde, y ya ha
declinado el día”. Y entró para quedarse con ellos.
30
Y estando con ellos a la mesa, tomó el
pan, lo bendijo, lo partió y les dio*.
31
Entonces los ojos de ellos fueron abiertos y lo
reconocieron; mas Él desapareció de su vista.
32
Y se dijeron uno a otro: “¿No es verdad
que nuestro corazón estaba ardiendo dentro de nosotros,
mientras nos hablaba en el camino, mientras nos abría
las Escrituras?”*
Jesús se aparece a los Once.
33
Y levantándose en aquella misma hora, se
volvieron a Jerusalén y encontraron reunidos a los Once
y a los demás,
34
los cuales dijeron: “Realmente resucitó el Señor y se
ha aparecido a Simón”.
35
Y ellos contaron lo que les había pasado
en el camino, y cómo se hizo conocer de ellos en la
fracción del pan.
36
Aún estaban hablando de esto cuando Él mismo se puso
en medio de ellos diciendo: “Paz a vosotros”*.
37
Mas ellos, turbados y atemorizados, creían ver un
espíritu.
38
Él entonces les dijo: “¿Por qué estáis turbados? y
¿por qué se levantan dudas en vuestros corazones?
39
Mirad mis manos
y mis pies: soy Yo mismo. Palpadme y ved que un espíritu
no tiene carne ni huesos, como veis que Yo tengo”.
40
Y diciendo esto, les mostró sus manos y
sus pies.
41
Como aún desconfiaran, de pura alegría, y se
estuvieran asombrados, les dijo: “¿Tenéis por ahí algo
de comer?”*
42
Le dieron un trozo de pez asado.
43
Lo tomó y se lo comió a la vista de ellos.
Despedida y Ascensión.
44
Después les dijo: “Esto es aquello que Yo
os decía, cuando estaba todavía con vosotros, que es
necesario que todo lo que está escrito acerca de Mí en
la Ley de Moisés, en los Profetas y en los Salmos se
cumpla”.
45
Entonces les abrió la inteligencia para que
comprendiesen las Escrituras*.
46
Y les dijo: “Así estaba escrito que el Cristo
sufriese y resucitase de entre los muertos al tercer día*,
47
y que se
predicase, en su nombre el arrepentimiento y el perdón
de los pecados a todas las naciones, comenzando por
Jerusalén*.
48
Vosotros sois testigos de estas cosas.
49
Y he aquí que Yo envío sobre vosotros la Promesa de
mi Padre. Mas vosotros estaos quedos en la ciudad hasta
que desde lo alto seáis investidos de fuerza*.
50
Y los sacó fuera hasta frente a Betania y, alzando
sus manos, los bendijo*.
51
Mientras los bendecía, se separó de ellos y fue
elevado hacia el cielo.
52
Ellos lo adoraron y se volvieron a
Jerusalén con gran gozo.
53
Y estaban constantemente en el Templo,
alabando y bendiciendo a Dios*.
1
ss. Véase Mt. 28,
1 ss.; Mc. 16, 1 ss.; Jn. 20, 1 y nota. Jesús
estuvo en el sepulcro desde la noche del viernes
hasta la madrugada del domingo.
9. Los
Once:
faltaba Judas,
que se había suicidado.
13.
Ciento sesenta
estadios:
o sea unos 30
kms., distancia que corresponde a la actual
Amwás. En algunos códices se lee “sesenta”, en
vez de “ciento sesenta”, lo que dio lugar a
buscar, como posible escenario de este episodio,
otros lugares en las proximidades de Jerusalén
(El Kubeibe y Kaloníe).
23. Gran misterio
es ver que Jesús resucitado, lejos de ser aún
glorificado sobre la tierra (cf.
Hch. 1, 6), sigue luchando con la incredulidad
de sus propios discípulos. Cf. Jn. 21, 9 y nota.
26 s. Les mostró
cómo las profecías y figuras se referían también
a su primera venida doliente (cf. Is. 53; Salmos
21 y 68, etc.). porque ellos sólo pensaban
en la
venida del Mesías glorioso. Cf. Hch. 3, 22 y
nota.
32. Felicidad que
hoy está a nuestro alcance (cf. v. 45 y nota).
“La inteligencia de las Escrituras
produce tal deleite que el alma se olvida no
sólo del mundo, sino también de sí misma” (Santa
Ángela de Foligno).
41. No lo dice
por tener hambre, sino para convencerlos de que
tenía un cuerpo real. Y lo confirma comiendo
ante sus ojos. Cf. Jn. 21, 9 y nota.
45. Vemos aquí
que la inteligencia de la
Palabra de Dios
es obra del Espíritu Santo en nosotros, el cual la da a los humildes y
no a los sabios (10, 31). Véase v. 32; Sal. 118,
34 y nota.
46. Véase v. 7;
Mt. 26, 25;
Is. 35, 5 y notas.
50 s. Esta
bendición de despedida de Jesús no es sino un
“hasta
luego” (Jn. 16, 16 ss. y nota), porque Él mismo
dijo que iba a prepararnos un lugar en la casa
de su Padre, y volvería a tomarnos para estar
siempre juntos (Jn. 14, 2 s.). San Lucas
continúa este relato de la Ascensión en los
Hechos de
los Apóstoles, para decirnos que, según
anunciaron entonces los ángeles, Jesús volverá
de la misma manera que se fue, esto es, en las
nubes (Hch. 1, 11 y nota). Entonces terminarán
de cumplirse todos esos anuncios de que habla
Jesús en el v. 44, para cuyo entendimiento hemos
de pedirle que nos abra la inteligencia como
hizo aquí con los apóstoles (v. 45).
53.
En el Templo:
El
mismo de Jerusalén (cf. Hch. 3, 1) cuyo culto
continuó hasta su destrucción por los romanos el
año 70, después del anuncio hecho por San Pablo
a Israel en Hch. 28, 25 ss. Cf. Hb. 8, 4 y nota.
|