Ezequiel 31 |
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Quinto oráculo contra Egipto
1El
año undécimo, el primer día del tercer mes, me fue
dirigida la palabra de Yahvé, que dijo: 2“Hijo
de hombre, di al Faraón, rey de Egipto, y a su
multitud:
¿A quién te igualaste en tu grandeza?
3*Mira
a Asur: era un cedro del Líbano,
de ramas hermosas,
de umbroso follaje y elevada altura,
cuya copa se perdía entre las nubes.
4*Las
aguas le habían dado crecimiento,
y altura (las
fuentes) del abismo,
el cual hacía correr sus ríos
alrededor del lugar donde estaba plantado,
y hacía pasar sus arroyos
por todos los árboles del campo.
5Por
eso superaba en altura
a todos los árboles campestres;
se multiplicaron sus ramas
y se dilató su fronda,
merced a la abundancia de las aguas
en el período de su crecimiento.
6En
sus ramas anidaban
todas las aves del cielo,
debajo de su follaje
parían todas las bestias del campo;
y a su sombra habitaban
todas las grandes naciones.
7Era
hermoso por su grandeza
y por la extensión de su ramaje,
porque sus raíces se hallaban
junto a abundantes aguas.
8No
le igualaban los cedros
en el jardín de Dios,
los abetos no tenían copa semejante,
y los plátanos no superaban su fronda;
ningún árbol en el jardín de Dios
le era igual en belleza.
9Yo
le había hecho hermoso
por la muchedumbre de sus ramas,
y le envidiaban todos los árboles del Edén,
que estaban en el jardín de Dios.
10Por
eso, así dice Yahvé, el Señor: Porque se ha
encumbrado en altura, elevando su copa hasta entre
las nubes, y su corazón se ha ensoberbecido a causa
de su altura, 11le he entregado en manos
del más poderoso entre las naciones, para que le
tratara a su manera. A causa de su maldad lo he
desechado. 12*Extranjeros,
los más feroces de los pueblos, le cortaron y le
dejaron tendido; sobre los montes y en todos los
valles cayeron sus ramas, y en todos los torrentes
de la tierra se halló su fronda destrozada. Y todos
los pueblos de la tierra se retiraron de su sombra y
le abandonaron.
13Sobre
sus restos se posan
todas las aves del cielo,
y sobre sus ramas transitan
todas las bestias del campo;
14*para
que ninguno de los árboles
(plantados)
junto a las aguas se ensoberbezca por su altura, ni
eleve su copa hasta entre las nubes; y para que
ninguno de los regados con agua en su soberbia
confíe en sí mismo. Porque
todos están destinados a la muerte,
a las profundidades de la tierra,
juntamente con los hijos de los hombres,
con los que bajan a la fosa.
15*Así
dice Yahvé, el Señor: El día en que bajó al scheol,
ordené Yo un gran duelo; por él vestí de luto el
abismo y detuve sus ríos; y se pararon las
caudalosas aguas; por él enluté al Líbano, y se
desmayaron todos los árboles del campo. 16*Con
el estruendo de su caída hice temblar las naciones,
cuando lo arrojé al scheol, con los que bajan a la
fosa. Y se consolaron en lo profundo de la tierra
todos los árboles del Edén, los más escogidos y
hermosos del Líbano, todos los regados de agua.
17Éstos también bajaron con él al scheol,
hacia los que perecieron al filo de la espada; los
cuales habían sido su brazo y habían habitado bajo
su sombra, en medio de las naciones.
18*¿A
quién te igualas en gloria y grandeza, entre los
árboles del Edén? Serás precipitado con los árboles
del Edén a las profundidades de la tierra; yacerás
entre los incircuncisos, con los pasados a cuchillo.
Esto sucederá al Faraón y a toda su multitud”
—oráculo del Señor, Yahvé.
*
3.
Mira a Asur: La caída de Egipto será
semejante a la de Asur (Asiria), de cuya
destrucción, acaecida 20 años antes, todos
se acordaban todavía.
Era un cedro del Líbano: “Los exégetas se dividen, creyendo unos que
el cedro simboliza el imperio asirlo, cuya
ruina será finura de la de Egipto, y
opinando otros que en el oráculo de Ezequiel
no entra para nada Asiria y si sólo el
Faraón y Egipto. Así parece deducirse de
varios versículos del capítulo”
(Bover-Cantera).
*
4
ss. El profeta desarrolla el vaticinio en
forma de una alegoría. Así como fue Asiria,
es también Egipto parecido a un cedro
(versículo 8), en cuanto a la altura y
hermosura. Su país tiene también abundancia
de aguas (versículo 4), y los pueblos
vecinos se cobijan bajo sus alas; con todo,
Dios lo entregará a otro más poderoso que él
(versículo 11): al más poderoso entre las
naciones (algunos traducen: al dios
de las naciones), que es Nabucodonosor.
La soberbia del gran árbol (v, 10) será
causa de que Dios lo haga destruir (cf.
Isaías 10, 33 s.
y
nota), por haberse atribuido la
gloria de esa prosperidad que sólo Él le
había dado (versículo 9) poniéndolo junto a
las corrientes de agua (versículo 7). Cf.
Salmo 1, 3. También un día será humillado el
mismo Nabucodonosor, como un árbol semejante
a éste (Daniel 4, 10 53.).
*
12.
Extranjeros: los babilonios. Estos
cortarán las ramas del cedro, libertando los
pueblos sometidos a Egipto. Lo mismo dice el
versículo siguiente.
*
14.
Para que ninguno... confíe en sí mismo.
He aquí la médula de toda la doctrina del
Antiguo Testamento, y también del Nuevo,
como nos enseña el Magníficat de la Virgen:
“dispersa a los que se engríen en los
pensamientos de su corazón, baja del trono a
los poderosos y ensalza a los pequeños”
(Lucas 1, 51 y 52).
*
15.
Scheol: nombre hebreo de la morada de
los muertos. Cf. .Job 19, 25 y nota
*
16. Se consolaron en lo profundo de la
tierra todos los árboles del Edén, es decir,
todos los poderosos del infierno. Allí los
vencidos se consuelan mutuamente al ver la
llegada del más poderoso.
*
18.
Esto sucederá al Faraón: Por aquí se ve
que el oráculo se dirige contra Egipto y no
contra Asiria, Véase nota 3.
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