Tobías |
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Oración de Tobías
1Entonces,
Tobías gimiendo empezó a orar con lágrimas, 2*y
dijo: “Justo eres, Señor, y justos son todos tus
juicios; todos tus caminos son misericordia, verdad y
justicia. 3*Ahora
Señor, acuérdate de mí, no tomes venganza de mis
pecados, y no traigas a tu memoria mis delitos, ni los
de mis padres. 4Por cuanto no hemos obedecido
tus mandamientos, por eso hemos sido entregados al
saqueo, a la esclavitud y a la muerte, y hemos venido a
ser la fábula y el escarnio de todos los pueblos, entre
los cuales nos has desparramado. 5Por eso,
son ahora tan grandes tus juicios, oh Señor, porque no
hemos obrado según tus preceptos, ni procedido
sinceramente delante de Ti. 6Y ahora, Señor,
haz conmigo conforme a tu voluntad; y manda que sea
recibido en paz mi espíritu; pues mejor me es morir que
vivir.”
Aflicción de Sara
7*Aquel
mismo día aconteció en Rages, ciudad de la Media, que
Sara, hija de Ragüel, oyó las injurias de una de las
criadas de su padre; 8porque (Sara)
había sido dada en matrimonio a siete maridos, y un
demonio llamado Asmodeo les había quitado la vida luego
que entraron a ella. 9Cuando reprendió a la
muchacha por una falta, ésta le replicó diciendo: “Nunca
jamás veamos sobre la tierra hijo ni hija nacida de ti,
homicida que eres de tus maridos. 10*¿Por
ventura quieres matarme también a mí, como has hecho ya
con siete maridos?” Oyendo estas palabras subió Sara al
cuarto más alto de su casa, donde pasó tres días y tres
noches sin comer y beber.
Oración de Sara
11Y
perseverando en oración suplicaba a Dios con lágrimas
que la librase de este oprobio. 12Al tercer
día concluyó su oración, y bendiciendo al Señor, 13*dijo:
“Bendito sea tu nombre, oh Dios de nuestros padres, que
después de haberte enojado usas de misericordia, y en
tiempo de la tribulación perdonas los pecados a los que
te invocan. 14A Ti, Señor, vuelvo mi rostro,
a Ti levanto mis ojos. 15Te ruego, Señor, que
me libres del lazo de este oprobio, o que por lo menos
me saques de este mundo. 16*Tú
sabes, Señor, que nunca he codiciado varón y que he
conservado mi alma limpia de toda concupiscencia.
17Jamás estuve con gente frívola, ni tuve trato
con los que se portan livianamente. 18Si
consentí en tomar marido, fue en tu temor, y no por un
afecto sensual mío. 19Así que, o yo fui
indigna de ellos, o acaso ellos no fueron dignos de mí;
porque me has reservado Tú tal vez para otro esposo.
20Pues tus designios sobrepujan la capacidad
de los hombres. 21*Mas
esto es seguro que todo aquel que Te adora y cuya vida
ha sido aprobada, será coronado; que en caso de haber
sido atribulado será librado, y si el castigo descargare
sobre él, podrá acogerse a tu misericordia. 22Porque
Tú no te deleitas en nuestra perdición; puesto que
después de la tempestad das la bonanza, y después de las
lágrimas y el llanto, infundes la alegría. 23¡Oh
Dios de Israel, bendito sea tu nombre por los siglos!”
24Fueron
oídas al mismo tiempo las plegarias de ambos en la
presencia de la majestad del soberano Dios; 25*y
fue enviado Rafael, el santo ángel del Señor, para que
sanase a ambos, cuyas oraciones habían sido presentadas
a un tiempo delante del Señor.
*
2. Nada glorifica tanto a Dios como el elogio de
su misericordia. Véase todo el Salmo 135; I
Paralipómenos 16, 34, etc.
*
3 s. En estas palabras se inspira la antífona de
la preparación a la Misa y de los Salmos
penitenciales. Tobías en su humildad se siente
responsable hasta por los pecados de otros, acto
muy grato a Dios, quien quiere que seamos como
hijos de una misma familia. Cf. Paralipómenos 9,
6; Dan. 9, 5.
*
7. Rages, una de las más antiguas
ciudades de Persia, situada al este de Teherán,
era la ciudad de Gabelo (1, 16-17). Aquí se lee
mejor con el texto griego: Ecbátana
(Paralipómenos 6, 2), y lo mismo siempre que se
habla del lugar donde habitaba Ragüel. Ambas
poblaciones eran vecinas, según se ve en 5, 8.
*
10. Se retira Sara al cuarto más alto para estar
sola con Dios en oraciones y ayuno. El
Misericordioso y Justo no tardará en oírla.
*
13. ¡Aun cuando estás irritado usas de
misericordia! Véase, en Job
33,
24-27, ampliado este bellísimo
concepto sobre el Corazón paternal de Dios. Cf.
versículo 22.
*
16 s. ¡Qué elogio para una niña! Véase Ef. 5, 4;
II Timoteo 2, 22. Muchas personas eminentes en
virtud han caído en el abominable vicio y han
perdido la más hermosa de las virtudes a causa
de la falsa seguridad, dice San Jerónimo. Nadie
tenga demasiada confianza. Quien es santo, no
por esto es impecable. Bien pronto Dios premiará
la virtud de Sara (cf. versículo 24).
*
21. Será coronado: “Si el alma, dice San
Gregorio, se une fuertemente a Dios, para no ver
más que a Él en todo, las amarguras se
convierten en dulzura, y toda aflicción es para
ella un descanso” (lib. V Moral.).
*
25. Rafael significa en hebreo: Dios
sana. San Jerónimo dice, que cuando Dios quiere
curar a alguno, envía al santo ángel Rafael,
cuyo nombre indica que de Dios nos viene la
verdadera medicina y toda salud.
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