Libro Segundo de las Crónicas
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Capítulo 33: 2 Crónicas 33 El reinado de Manasés en Judá
(687-642)
2 Rey. 21. 1-9
33 1 Manasés tenía doce años cuando comenzó a reinar, y
reinó cincuenta y cinco años en Jerusalén.
2 Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor, siguiendo
las costumbres abominables de las naciones que el Señor
había desposeído delante de los israelitas.
3 Reedificó los lugares altos que había derribado su
padre Ezequías; erigió altares a los Baales, hizo postes
sagrados, y se postró delante de todo el Ejército de los
cielos y lo sirvió.
4 Edificó altares en la Casa del Señor, de la que el
mismo Señor había dicho: "En Jerusalén estará mi Nombre
para siempre".
5 Edificó altares a todo el Ejército de los cielos en
los dos atrios de la Casa del Señor.
6 Inmoló a sus propios hijos en el fuego, en el valle de
Ben Hinnóm, practicó la astrología, la magia y la
hechicería, e instituyó nigromantes y adivinos.
Persistió en hacer lo que es malo a los ojos del Señor,
provocando su indignación.
7 La estatua del Ídolo que había hecho, la instaló en la
Casa de Dios, de la que el mismo Dios había dicho a
David y a su hijo Salomón; "En esta Casa y en Jerusalén,
que yo elegí entre todas las tribus de Israel, pondré mi
Nombre para siempre.
8 Ya no permitiré que Israel ande errante lejos del
suelo que destiné a sus padres, con tal que se empeñen
en practicar todo lo que les he mandado, de acuerdo con
la Ley, los preceptos y las normas, transmitidos por
Moisés".
9 Manasés extravió a Judá y a los habitantes de
Jerusalén, a tal punto que obraron peor que las naciones
que el Señor había exterminado delante de los
israelitas.
10 El señor habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no
le prestaron atención.
La conversión de Manasés
11 Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes
del ejército del rey de Asiria, y estos capturaron a
Manasés con garfios, lo sujetaron con doble cadena de
bronce y lo llevaron a Babilonia.
12 En medio de su angustia él aplacó al Señor, su Dios,
humillándose profundamente delante del Dios de sus
padres.
13 Le suplicó, y el Señor lo escuchó benignamente; oyó
su plegaria y lo hizo volver a su reino, en Jerusalén.
Así reconoció Manasés que el Señor es Dios.
14 Después de esto, construyó una muralla exterior a la
Ciudad de David, al oeste del Guijón, en el valle, hasta
la puerta de los Peces, rodeando el Ofel, y la hizo muy
alta. Además, puso jefes militares en todas las ciudades
fuertes de Judá.
15 Luego retiró de la Casa del Señor los dioses
extranjeros y el Ídolo. Hizo lo mismo con todos los
altares que él mismo había erigido en la montaña de la
Casa del Señor y en Jerusalén, arrojándolos fuera de la
ciudad.
16 Restauró el altar del Señor e inmoló sobre él
sacrificios de comunión y de acción de gracias, y ordenó
que Judá sirviera al Señor, el Dios de Israel.
17 El pueblo, sin embargo, continuaba ofreciendo
sacrificios en los lugares altos, aunque sólo al Señor,
su Dios.
Fin del reinado de Manasés
2 Rey. 21. 17-18
18 El resto de los hechos de Manasés, la oración hecha a
su Dios y las palabras de los videntes que le hablaron
en nombre del Señor, el Dios de Israel, están escritos
en los Anales de los reyes de Israel.
19 Su plegaria y cómo fue escuchado, todo su pecado y su
prevaricación, los sitios donde edificó lugares altos y
erigió postes sagrados e ídolos, antes de humillarse,
están escritos en las Memorias de Jozai.
20 Manasés se fue a descansar con sus padres, y lo
sepultaron en su casa. Su hijo Amón reinó en lugar de
él.
El reinado de Amón en Judá (642-640)
2 Rey. 21. 19-24
21 Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar, y
reinó dos años en Jerusalén.
22 Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor, como lo
había hecho su padre Manasés. Ofreció sacrificios y
sirvió a todos los ídolos que había hecho su padre
Manasés.
23 Pero no se humilló delante del Señor, como se había
humillado su padre Manasés, sino que multiplicó sus
culpas.
24 Sus servidores conspiraron contra él y lo mataron en
su palacio.
25 Pero el pueblo del país mató a todos los que habían
conspirado contra el rey Amón, y el mismo pueblo
proclamó rey en lugar de él a su hijo Josías.
Fuente: Catholic.net