Miqueas
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Contemporáneo
en parte de Oseas, y sobre todo de Isaías, a diferencia de este,
MIQUEAS era un campesino de origen humilde. Comenzó su ministerio
profético alrededor del 740 a. C. y era un representante típico de
lo que la Biblia llama "el pueblo del país", la parte más sana y
menos expuesta a la contaminación extranjera. Aunque su recuerdo
quedó bastante eclipsado por el de Isaías, sabemos por un texto de
Jeremías (26. 18-19) que su predicación tuvo gran influencia en
Jerusalén y contribuyó en buena medida a la reforma religiosa del
rey Ezequías (2 Rey. 18. 1-6).
Por un lado, Miqueas predijo la ruina de la ya agonizante Samaría,
ocurrida en el año 722 a. C., y por otro, anunció que Judá correría
idéntica suerte. En sus oráculos se advierte claramente una de las
constantes del profetismo, que es la alternancia entre las amenazas
de castigo y las promesas de restauración. De manera especial, este
profeta denuncia las injusticias de que eran víctimas, por parte de
los ricos y los poderosos, los campesinos refugiados en Jerusalén a
causa de la guerra con los asirios. Su mensaje en favor de la
justicia social tiene muchos puntos de contacto con el de Amós.
El libro de Miqueas es una recopilación o antología de sus oráculos,
realizada por sus discípulos. Pero también se han insertado en él
algunos fragmentos pertenecientes a la época del exilio. Entre
dichos oráculos merece destacarse el que señala a Belén como el
lugar del nacimiento del futuro Mesías (5. 1-5). Este oráculo fue
recogido por el Nuevo Testamento para probar que Cristo debía nacer
en Belén (Mt. 2. 6; Jn. 7. 42).
Fuente: Catholic.net