Libro Segundo de las Crónicas
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Capítulo 28: 2 Crónicas 28
El reinado de Ajaz en Judá (735-716)
2 Rey. 16. 2-4
28 1 Ajaz tenía veinte años cuando comenzó a reinar, y reinó
dieciséis años en Jerusalén. Él no hizo lo que es recto a los ojos
del Señor, a diferencia de su padre David.
2 Siguió los caminos de los reyes de Israel, e incluso hizo ídolos
de metal fundido para los Baales.
3 Quemó incienso en el valle de Ben Hinnóm e inmoló a sus hijos en
el fuego, según las costumbres abominables de las naciones que el
Señor había desposeído delante de los israelitas.
4 Ofreció sacrificios y quemó incienso en los lugares altos, sobre
las colinas y bajo todo árbol frondoso.
La invasión siro-efraimita
5 Entonces el Señor, su Dios, lo entregó en manos del rey de los
arameos. Estos lo derrotaron y capturaron gran cantidad de
prisioneros que fueron llevados a Damasco. También fue entregado en
manos del rey de Israel, que le infligió una gran derrota; 6 Pécaj,
hijo de Remalías, mató en un solo día a ciento veinte mil hombres
valientes de Judá, porque habían abandonado al Señor, el Dios de sus
padres.
7 Zicrí, un hombre valiente de Efraím, mató a Maaseías, hijo del
rey, a Azricám, mayordomo del palacio, y a Elcaná, que ocupaba el
segundo lugar después del rey. 8 Los israelitas capturaron
doscientos mil prisioneros entre las mujeres, los hijos y las hijas
de sus hermanos; también les arrebataron un enorme botín y se lo
llevaron a Samaría.
El reproche del profeta Obed a los israelitas
9 Había allí un profeta del Señor, llamado Obed. Él salió al
encuentro del ejército que llegaba a Samaria y les dijo: "El Señor,
el Dios de sus padres, se enfureció contra Judá y lo entregó en
manos de ustedes. ¡Pero ustedes los han masacrado con una furia tal
que clama al cielo!
10 ¡Y ahora pretenden convertir a los habitantes de Judá y de
Jerusalén en esclavos y esclavas de ustedes! ¿Acaso no son ustedes
los verdaderos culpables delante del Señor, su Dios? 11 Por eso,
escúchenme y devuelvan los prisioneros que han capturado entre sus
hermanos, porque la ira del Señor se ha encendido contra ustedes".
La devolución de los prisioneros de Judá
12 Entonces Azarías, hijo de Iojanám, Berequías, hijo de Mesilemot,
Ezequías, hijo de Salúm y Amasá, hijo de Jadlai –que eran algunos de
los jefes de los efraimitas– se levantaron contra los que regresaban
de la expedición 13 y les dijeron: "¡No traigan aquí a esos
prisioneros, porque nos haríamos culpables delante del Señor!
Ustedes tratan de aumentar nuestros pecados y nuestras culpas,
siendo así que nuestra culpa es ya demasiado grande y la ira del
Señor pesa sobre Israel".
14 Los soldados abandonaron a los prisioneros y el botín delante de
los jefes y de toda la asamblea, 15 y algunos hombres, designados
expresamente, se hicieron cargo de los prisioneros: vistieron a los
que estaban desnudos con lo que habían recogido en el botín, les
dieron ropa y calzado; los alimentaron, les dieron de beber y los
perfumaron. Finalmente, los llevaron de vuelta, cargando sobre asnos
a los que estaban débiles, y los condujeron hasta Jericó, la ciudad
de las Palmeras, junto a sus hermanos. Después regresaron a Samaría.
El recurso de Ajaz al rey de Asiria
16 En ese tiempo, el rey Ajaz mandó a pedir auxilio a los reyes de
Asiria. 17 Porque los edomitas habían invadido de nuevo y derrotado
a Judá, llevándose algunos prisioneros. 18 Los filisteos habían
saqueado las ciudades de la Sefelá y del Négueb de Judá, se habían
apoderado de Bet Semes, Aialón y Gederot, y también de Socó, Timná y
Guimzó, con sus respectivos poblados, estableciéndose en ellas.
19 Así el Señor humillaba a Judá por culpa de Ajaz, rey de Judá, que
había fomentado el desenfreno en Judá y se había rebelado contra el
Señor.
20 Tiglat Piléser, rey de Asiria, en lugar de apoyarlo, lo atacó y
lo sitió. 21 Ajaz tuvo que despojar la Casa del Señor, el palacio
real y las casas de los príncipes, y le entregó todo al rey de
Asiria; pero esto no le sirvió de nada.
La impiedad de Ajaz
22 Incluso durante el asedio, el rey Ajaz persistió en su rebeldía
contra el Señor.
23 Él mismo ofreció sacrificios a los dioses de Damasco que lo
habían derrotado, diciendo: "Ya que estos dioses ayudan a los reyes
de Arám, yo les ofreceré sacrificios para que me ayuden también a
mí". Pero ellos causaron su ruina y la de todo Israel.
24 Ajaz juntó los utensilios de la Casa de Dios y los hizo pedazos,
cerró las puertas de la Casa del Señor y se edificó altares en todos
los rincones de Jerusalén; 25 y en cada una de las ciudades de Judá
erigió lugares altos para quemar incienso a los dioses extranjeros,
provocando así la indignación del Señor, el Dios de sus padres.
Fin del reinado de Ajaz
2 Rey. 16. 19-20
26 El resto de los hechos de Ajaz y todas sus acciones, desde el
comienzo hasta el fin, están escritos en el Libro de los reyes de
Judá y de Israel.
27 Ajaz se fue a descansar con sus padres y lo sepultaron en la
ciudad de Jerusalén, pero no lo llevaron al sepulcro de los reyes de
Israel. Su hijo Ezequías reinó en lugar de él.
Fuente: Catholic.net