Los Salmos
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 |
29 | 30 | 31 | 32 | 33 | 34 | 35 |
36 | 37 | 38 | 39 | 40 | 41 | 42 |
43 | 44 | 45 | 46 | 47 | 48 | 49 |
50 | 51 | 52 | 53 | 54 | 55 | 56 |
57 | 58 | 59 | 60 | 61 | 62 | 63 |
64 | 65 | 66 | 67 | 68 | 69 | 70 |
71 | 72 | 73 | 74 | 75 | 76 | 77 |
78 | 79 | 80 | 81 | 82 | 83 | 84 |
85 | 86 | 87 | 88 | 89 | 90 | 91 |
92 | 93 | 94 | 95 | 96 | 97 | 98 |
99 | 100 | 101 | 102 | 103 | 104 | 105 |
106 | 107 | 108 | 109 | 110 | 111 | 112 |
113 | 114 | 115 | 116 | 117 | 118 | 119 |
120 | 121 | 122 | 123 | 124 | 125 | 126 |
127 | 128 | 129 | 130 | 131 | 132 | 133 |
134 | 135 | 136 | 137 | 138 | 139 | 140 |
141 | 142 | 143 | 144 | 145 | 146 | 147 |
148 | 149 | 150 |
Capítulo 77: Salmo 77 (76)
SÚPLICA FUNDADA EN EL PASADO DE ISRAEL
1 Del maestro de coro. Al estilo de Iedutún. De Asaf. Salmo.
La aflicción presente
2 Invocaré al Señor con toda mi voz,
gritaré al Señor, y él me escuchará.
3 Busco al Señor en el momento de mi angustia;
de noche, tiendo mi mano sin descanso,
y mi alma rechaza todo consuelo.
4 Yo me acuerdo del Señor, y me lamento;
medito, y mi espíritu desfallece: Pausa
5 tú no me dejas conciliar el sueño,
estoy turbado, y no puedo hablar.
6 Pienso en los tiempos antiguos,
me acuerdo de los días pasados;
7 reflexiono de noche en mi interior,
medito, y mi espíritu se pregunta:
8 ¿Puede el Señor rechazar para siempre?
¿Ya no volverá a mostrarse favorable?
9 ¿Se habrá agotado para siempre su amor,
y habrá caducado eternamente su promesa?
10 ¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia
o, en su enojo, habrá contenido su compasión?
Pausa
11 Entonces dije –¡y este es mi dolor!–:
"¡Cómo ha cambiado la derecha del Altísimo!".
Las maravillas del pasado
12 Yo recuerdo las proezas del Señor,
sí, recuerdo sus prodigios de otro tiempo;
13 evoco todas sus acciones,
medito en todas sus hazañas.
14 Tus caminos son santos, Señor.
¿Hay otro dios grande como nuestro Dios?
15 Tú eres el Dios que hace maravillas,
y revelaste tu poder entre las naciones.
16 Con tu brazo redimiste a tu pueblo,
a los hijos de Jacob y de José.
Pausa
17 Cuando te vieron las aguas, Señor,
cuando te vieron las aguas, temblaron,
¡se agitaron hasta los abismos del mar!
18 Las nubes derramaron aguaceros,
retumbaron los densos nubarrones
y zigzaguearon tus rayos.
19 El trueno resonó en la bóveda del cielo,
tus relámpagos iluminaron el mundo,
tembló y se tambaleó la tierra.
20 Te abriste un camino entre las aguas,
un sendero entre las aguas caudalosas,
y no quedó ningún rastro de tus huellas.
21 Tú guiaste a tu pueblo como a un rebaño,
por medio de Moisés y de Aarón.
Fuente: Catholic.net