| Deuteronomio 28 | 
| 1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 | 
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| 15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 | 
| 22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 | 
| 29 | 30 | 31 | 32 | 33 | 34 | 
					
					
					Bendiciones para el pueblo cumplidor de la Ley
					
					1*
					
					“Si 
					escuchares atentamente la voz de Yahvé, tu Dios, observando 
					y practicando sus mandamientos que yo hoy te prescribo, 
					Yahvé, tu Dios, te ensalzará sobre todos los pueblos de la 
					tierra. 2Y vendrán sobre ti y te alcanzarán todas 
					estas bendiciones, con tal que obedezcas la voz de Yahvé, 
					Dios tuyo. 
					3Bendito 
					serás en la ciudad, y bendito en el campo. 4*Será 
					bendito el fruto de tu seno, el fruto de tu tierra, el fruto 
					de tus bestias, las crías de tus vacas y de tus ovejas. 
					5*Benditos 
					serán tu canasto y tu artesa. 6*Bendito 
					serás en tu entrada, y bendito en tu salida. 7Yahvé 
					derribará delante de ti a tus enemigos que contra ti se 
					levanten. Saldrán contra ti por un solo camino, y por siete 
					caminos huirán de tu vista. 8Yahvé ordenará a la 
					bendición que venga sobre tus graneros y sobre todas las 
					empresas de tu mano; y te bendecirá en la tierra que Yahvé, 
					tu Dios, va a darte. 
					9*Yahvé 
					te constituirá por pueblo santo suyo, como te ha jurado, si 
					guardas los mandamientos de Yahvé, tu Dios, y andas por sus 
					caminos; 10y todos los pueblos de la tierra verán 
					que el nombre de Yahvé ha sido invocado sobre ti y te 
					temerán. 11Yahvé te dará, para bien tuyo, 
					abundancia del fruto de tu seno, del fruto de tu ganado y 
					del fruto de tu suelo, sobre la tierra que Yahvé juró a tus 
					padres darte. 12*Yahvé 
					abrirá su benéfico tesoro, los cielos, para dar a tu tierra 
					la lluvia a tiempo, y para bendecir toda obra de tu mano, de 
					modo que tú prestarás a muchos pueblos sin tomarles 
					prestado. 13*Te 
					pondrá Yahvé por cabeza, y no por cola; estarás solamente 
					encima, y jamás debajo, si obedeces los mandamientos de 
					Yahvé, tu Dios, que yo hoy te ordeno para que los guardes y 
					pongas en práctica; 14y si no te apartas de 
					ninguna de las cosas que hoy te prescribo, ni a la derecha, 
					ni a la izquierda, siguiendo a otros dioses para servirles. 
					
					Maldiciones para el pueblo transgresor de la Ley
					
					15Pero 
					si no escuchares la voz de Yahvé, tu Dios, y si no observas 
					ni practicas todos sus mandamientos y todas sus leyes que 
					hoy te intimo, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas 
					maldiciones: 
					16Maldito 
					serás en la ciudad, y maldito en el campo. 17*Malditos 
					serán tu canasto y tu artesa. 18Maldito será el 
					fruto de tu seno, el fruto de tu tierra, las crías de tus 
					vacas y las de tus ovejas. 19MaIdito serás en tu 
					entrada, y maldito en tu salida. 
					20Yahvé 
					enviará sobre ti la maldición, la consternación y la amenaza 
					en todo cuanto emprendas, hasta que seas destruido, y hasta 
					que perezcas en breve, a causa de la maldad de tus obras, 
					por las cuales me has abandonado. 21Yahvé hará 
					que se te pegue la peste, hasta acabar contigo en la tierra 
					adónde vas a entrar para poseerla. 22Yahvé te 
					herirá de consunción, de fiebre, de inflamación, de ardor y 
					de sequía, de tizón y de añublo, que te perseguirán hasta 
					que perezcas. 23*Tu 
					cielo sobre tu cabeza será de bronce, y tu tierra bajo tus 
					pies, de hierro. 24En vez de lluvia Yahvé dará a 
					tu tierra polvo y ceniza, que caerán sobre ti desde el cielo 
					hasta que seas destruido. 25Yahvé hará que seas 
					derrotado delante de tus enemigos. Saldrás contra ellos por 
					un solo camino, y por siete caminos huirás delante de ellos 
					y serás objeto de horror para todos los reinos de la tierra.
					26Tu cadáver servirá de pasto a todas las aves 
					del cielo y a las bestias de la tierra, y no habrá quien las 
					espante. 
					27*Yahvé 
					te herirá con la úlcera de Egipto, con hemorroides, con 
					sarna y tina, de que no podrás curarte. 28Yahvé 
					te herirá con locura, con ceguera y con turbación de 
					espíritu. 29Andarás a tientas en pleno día como 
					anda palpando el ciego en las tinieblas. No tendrás éxito en 
					tus caminos, sino que todos los días serás oprimido y 
					despojado sin que haya quien te libre. 30Te 
					desposarás con una mujer, y otro la poseerá; edificarás una 
					casa, y no habitarás en ella; plantarás una viña y no la 
					disfrutarás. 31Tu buey será degollado delante de 
					tus ojos, y tú no comerás de él; tu asno será robado en tu 
					presencia, y no te será restituido; tus ovejas caerán en 
					manos de tus enemigos, sin que haya quien las libre. 32Tus 
					hijos y tus hijas serán dados a otro pueblo, y viéndolo tus 
					ojos desfallecerán por ellos todo el día, y tu mano no podrá 
					hacer nada. 33El fruto de tu tierra y todo el 
					producto de tu trabajo, lo comerá un pueblo que tú no 
					conoces; siempre serás oprimido y maltratado. 34Te 
					volverás loco a causa de lo que verán tus ojos. 35*Yahvé 
					te herirá con úlceras malignas en las rodillas y en las 
					piernas, y no podrás curarte desde la planta del pie hasta 
					la coronilla de la cabeza. 
					36*Yahvé 
					te transportará a ti y al rey que pongas sobre ti, a un 
					pueblo desconocido de ti y de tus padres; y allá servirás a 
					otros dioses, a leño y piedra. 37Y vendrás a ser 
					un objeto de espanto, de proverbio y de befa entre todos los 
					pueblos adonde Yahvé te llevará. 38Echarás mucha 
					semilla en el campo, y recogerás poco, porque lo devorará la 
					langosta. 39Plantarás viñas y las labrarás, pero 
					no beberás vino ni vendimiarás, porque lo comerá el gusano. 
					40Tendrás olivos en todos tus términos, 
					mas no te ungirás con aceite, pues tus aceitunas se caerán.
					41Engendrarás hijos e hijas, pero no serán para 
					ti, porque irán al cautiverio. 42*Todos 
					tus árboles y los frutos de tu tierra serán consumidos por 
					los insectos. 43El extranjero que habita en medio 
					de ti se elevará cada vez más sobre ti, en tanto que tú 
					caerás cada vez más abajo. 44Él te prestará a ti, 
					mas tú no le prestarás a él; él será cabeza, y tú serás 
					cola. 
					45Todas 
					estas maldiciones vendrán sobre ti, te perseguirán y te 
					alcanzarán hasta que seas destruido, por no haber escuchado 
					la voz de Yahvé, tu Dios, ni guardado sus mandamientos y 
					leyes que Él te ha prescrito; 46y quedarán en ti, 
					como señal y portento, y también en tu descendencia, para 
					siempre. 
					47Por 
					cuanto no serviste a Yahvé, tu Dios, con alegría y buen 
					corazón a pesar de que abundaba todo, 48servirás 
					a tus enemigos que Yahvé enviará contra ti, en hambre, en 
					sed, en desnudez y todo género de miserias. Él pondrá sobre 
					tu cuello un yugo de hierro, hasta aniquilarte. 49*Yahvé 
					hará venir contra ti, desde lejos, desde los cabos de la 
					tierra, con la rapidez del águila, una nación cuya lengua no 
					entiendes, 50gente de aspecto feroz, que no 
					tendrá respeto al anciano ni compasión del niño. 51Devorará 
					el fruto de tu ganado y el fruto de tu tierra, hasta que 
					seas destruido; pues no te dejará trigo, ni vino, ni aceite, 
					ni las crías de tus vacas y ovejas, hasta exterminarte. 
					52Te sitiará en todas las ciudades de tu país entero, 
					hasta que caigan tus altas y fuertes murallas en que 
					confiabas; te sitiará en todas tus ciudades, en todo el país 
					que Yahvé, tu Dios, te habrá dado. 53*En 
					la angustia y estrechez a que te reducirán tus enemigos, 
					comerás el fruto de tu seno, la carne de tus hijos y de tus 
					hijas que Yahvé, tu Dios, te habrá concedido. 54*El 
					hombre más delicado y más regalado de entre vosotros mirará 
					con malos ojos a su hermano, a la mujer de su corazón, y al 
					resto de sus hijos que le queden, 55pues no 
					quiere dar a ninguno de ellos de la carne de sus hijos que 
					él comerá, por no quedarle nada en la angustia y estrechez a 
					que te reducirán tus enemigos en todas tus ciudades. 56La 
					mujer más delicada y más regalada de entre vosotros, que por 
					ternura y delicadeza nunca probó poner la planta de su pie 
					en el suelo, mirará con malos ojos al marido de su corazón, 
					a su hijo y a su hija, 57a las secundinas salidas 
					de su seno y a los hijos que habrá dado a luz, pues, por 
					falta de todo, los comerá ocultamente, en la angustia y en 
					la estrechez a que te reducirán tus enemigos en tus 
					ciudades. 
					58Si 
					no cuidas de poner en práctica todas las palabras de esta 
					Ley, escritas en este libro, y si no temes este nombre 
					glorioso y terrible de Yahvé, tu Dios, 59acrecentará 
					Yahvé extraordinariamente las plagas contra ti y tu 
					posteridad, plagas grandes y duraderas, enfermedades 
					malignas y continuas. 60Hará venir de nuevo sobre 
					ti todas las plagas de Egipto que tanto te horrorizaron, y 
					se te pegarán. 61Yahvé hará venir sobre ti 
					también todas las enfermedades y todas las plagas que no 
					están escritas en el libro de esta Ley, hasta que seas 
					destruido. 62Y después de haber sido numerosos 
					como las estrellas del cielo, quedaréis muy pocos en número, 
					por cuanto no has escuchado la voz de Yahvé, tu Dios. 
					63Y así como Yahvé tenía placer en vosotros para 
					haceros bien y para multiplicaros, de la misma manera tendrá 
					placer en aniquilaros y destruiros. Y seréis arrancados de 
					la tierra adonde tú vas para poseerla. 64Te 
					esparcirá Yahvé por entre todos los pueblos, de un cabo de 
					la tierra hasta el otro cabo de la tierra; y allí servirás a 
					otros dioses que ni tú ni tus padres conocisteis, a leño y 
					piedra. 65*Y 
					entre esos pueblos no encontrarás reposo ni descanso para la 
					planta de tu pie; pues allí te dará Yahvé un corazón 
					tembloroso, ojos decaídos y un alma abatida. 66Tu 
					vida estará ante ti como pendiente de un hilo, tendrás miedo 
					de noche y de día, y no confiarás de tu vida. 67A 
					la mañana dirás: ¡Ojalá que fuera la tarde!, y a la tarde 
					dirás: ¡Ojalá que fuera la mañana!, a causa del miedo que 
					agita tu corazón y a causa de lo que tus ojos verán. 68*Y 
					Yahvé te volverá a llevar en navíos a Egipto, por el camino 
					del cual te dijo: No volverás más a verlo; y allí os 
					ofreceréis en venta a vuestros enemigos, por esclavos y 
					esclavas, y no habrá quien os compre.”  
							
							
							
							
							* 
							1 ss. Este capítulo tiene su paralelo en Levítico 
							capítulo 26. Las bendiciones que se anuncian a 
							continuación, tendrán su pleno cumplimiento a 
							condición de que el pueblo siga practicando los 
							mandamientos de la Ley. De lo contrario se 
							convertirán en maldiciones (versículo 15 ss.; cf. 
							Daniel 9, 11). Sólo de este modo se comprende la 
							historia y el destino de Israel.  
							
							
							
							
							* 
							4. Bendito el 
							fruto de tu seno: Cf. las palabras de Santa 
							Isabel en Lucas 1, 42. 
							
							
							
							
							* 
							5. Tu canasto y tu artesa: Vulgata: tus graneros y 
							tus sobras. 
							
							
							
							
							* 
							6. Tu entrada 
							y tu salida: Todos tus pasos, en sentido moral y 
							religioso: tu conducta. Cf. 31, 2; Salmo 120, 8; 
							Hechos de los Apóstoles 1, 21. 
							
							
							
							
							* 
							9. Pueblo 
							santo suyo: Cf. 29, 13; Éxodo 19, 5 s. y nota. 
							
							
							
							
							* 
							12. Véase 15, 6 y nota. 
							
							
							
							
							* 
							13. No faltan quienes buscan en estas palabras una 
							predicción del dominio mundial de la raza hebrea y 
							las ven cumplidas en la posición actual de los 
							judíos, su enorme influencia y superioridad 
							financiera sobre otras naciones, pues con el dinero 
							se puede estar siempre “encima” y nunca “debajo”. Y 
							hasta se ganan las guerras. Sin embarco, no hay 
							fundamento exegético para tal interpretación de la 
							profecía. Es sólo una promesa condicional, cuya 
							realización depende, según Moisés (versículo 14 s.) 
							del fiel cumplimiento de la Ley antigua, la cual, 
							como todos sabemos, es cumplida sólo en parte por 
							los judíos modernos, si es que la cumplen. Pues les 
							falta el centro del culto mosaico, el Templo y los 
							sacrificios. 
							
							
							
							
							* 
							17. Véase versículo 5 y nota. 
							
							
							
							
							* 
							23. El sentido es: Dios no enviará lluvia ni rocío. 
							
							
							
							
							* 
							27. La úlcera 
							de Egipto, una especie de lepra. Véase la sexta 
							plaga de Egipto (Éxodo 9, 9). 
							
							
							
							
							* 
							35. Cf. Isaías 1, 5 s. 
							
							
							
							
							* 
							36. Profecía que se cumplió con motivo del 
							cautiverio babilónico (587 a. C). muchos siglos 
							después de la muerte de Moisés (IV Reyes 25, 6 s.). 
							
							
							
							
							* 
							42. Los 
							insectos: Otros traducen:
							la langosta; 
							Vulgata: 
							añublo. 
							
							
							
							
							* 
							49. Vaticinio sobre la destrucción de Jerusalén por 
							Nabucodonosor (587 a. C.) y por los romanos (70 d. 
							C.). El águila era la insignia romana. El gran 
							caudillo con mirada profética ve los futuros 
							destinos de su pueblo hasta en los mínimos detalles. 
							Todo lo que profetizó se cumplió al pie de la letra 
							y sigue cumpliéndose en la actual dispersión de 
							Israel y en su milagrosa subsistencia entre las 
							naciones sin confundirse con ellas. Cf. Isaías 26, 
							20 ss.; 28, 11; 33, 19; Jeremías 5, 15; 14, 18; 48, 
							40; 49, 22; Habacuc 1, 8. 
							
							
							
							
							* 
							53. Cf. Levítico 26, 29; IV Reyes 6, 28; 
							Lamentaciones 4, 10; Baruc 2, 3; Flavio Jasefo, 
							Bell. Judit 7, 8. 
							
							
							
							
							* 
							54. Mirar con 
							malos ojos: Es un hebraísmo que significa ser 
							avaro. Tan inaudita será la angustia que los padres 
							no sólo comerán la carne de sus hijos, sino que, 
							además, la reservarán para sí solos a fin de que 
							nadie comparta con ellos la espantosa comida. 
							
							
							
							
							* 
							65 s. Un 
							corazón tembloroso, por estar en un continuo 
							peligro. Como pendiente de un hilo (versículo 66) por la inseguridad de su 
							existencia. “Es amenaza de muerte al judío infiel. 
							Fuera mala acomodación la que se hiciera para 
							exhortar a la meditación de Jesús clavado en la 
							cruz” (Cardenal Gomá, Biblia y Predicación. pág. 
							269). 
							
							
							
							
							* 
							68. ¡Qué cumplimiento tan tremendo dieron los 
							romanos a esta maldición, cuando, después de la 
							destrucción de Jerusalén, llevaron al resto de los 
							judíos a Egipto, para venderlos como esclavos! 
							(Flavio Josefo). Así, pues, los judíos andarán 
							dispersos y errantes entre todos los pueblos del 
							mundo, hasta que suene la hora de su conversión y 
							restauración, de la que tantas veces hablan los 
							profetas, San Pablo y el mismo Jesucristo. Cf. 30, 
							3; Isaías 10, 21 s.; 11, 11 s.; 59, 20 s. comparar 
							con Romanos 9, 27; 65, 1 s.; Jeremías 23, 3 y 8; 30, 
							3; 31, 31-34; Ezequiel 37, 21-25; Amós 9. 15; 
							Miqueas 4, 6 s.; Zacarías 8, 22 s.; Lucas 21, 24; 
							Hechos de los Apóstoles 15, 16 s.; Romanos capítulo 
							11; II Corintios 3, 16; Efesios 2, 12 s. (véase la 
							explicación de estos pasajes en la “Revista 
							Bíblica”, 1949, número 53). La subsistencia del 
							pueblo judío durante 2.000 años no deja de ser un 
							milagro. Todos los pueblos, menos el judío, se 
							asimilan a otros pueblos cuando pierden su patria y 
							son derramados sobre todos los países. Se ha 
							observado que, por ejemplo, en los Estados Unidos 
							después de 20 ó 30 años, ya no se puede distinguir a 
							los hijos de los inmigrantes europeos. Parecen todos 
							fundidos en el crisol americano. Solamente los 
							judíos conservan todos los caracteres de su raza. 
							“Se agrupan entre sí. se sostienen, se ayudan 
							mutuamente para conseguir las mejores colocaciones. 
							Dotados de una fuerte inteligencia práctica, forman 
							una «pequeña nación» en las grandes naciones donde 
							viven provisoriamente” (Chasles). ¿No es éste, 
							acaso, un hecho asombroso? No menos asombroso es el 
							regreso de los judíos al país de sus padres y el 
							restablecimiento del reino de Israel en Tierra 
							Santa, hecho que actualmente presenciamos y que es 
							probablemente el preludio de su sumisión a Cristo, 
							ya que Jesús en su discurso escatológico relaciona 
							el fin del tiempo de los gentiles, que según San 
							Pablo coincide con la conversión de Israel (Romanos 
							11, 25), con la terminación de la dispersión (Lucas 
							21, 24). Por San Pablo sabemos también que la 
							conversión de los judíos constituirá una riqueza 
							para el mundo entero (Romanos 11, 12) y una como 
							resurrección de entre muertos (Romanos 11, 15). De 
							ahí que el Apóstol de los gentiles nos exhorta a no 
							jactarnos de ser usufructuarios “de la raíz y la 
							grosura del olivo” (Romanos 11, 17), que son los 
							judíos. Son a ellos los “amados”, a causa de los 
							padres, los Patriarcas, puesto que “los dones y la 
							vocación de Dios son irrevocables” (Romanos 11, 28 
							s.). Es, pues, un grave error, medir a Israel como 
							se mide a otros pueblos. Su porvenir y su destino no 
							están sometidos a las leyes de la experiencia 
							humana, sino que obedecen únicamente a las promesas 
							que Dios les hizo, no por ser ellos el más excelente 
							de los pueblos, ni en recompensa de méritos y obras, 
							sino para que el designio de Dios se cumpliese 
							conforme a Su elección (Romanos 9, 11) y se pusiese 
							de manifiesto Su infinita misericordia, que elige a 
							quien quiere (Romanos 9, 19). Por consiguiente el 
							problema judío, que a los cristianos ocupa casi más 
							que a los mismos judíos, no se soluciona 
							considerando solamente los factores humanos que 
							determinan la vida de los pueblos; Israel es el 
							“hijo primogénito” de Dios (Éxodo 4, 22) y goza de 
							tantas promesas “irrevocables” (Romanos 11, 29), que 
							ante su historia se estrellan las leyes de la 
							historia. 
 
 
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