Iglesia Remanente

Eclesiástico 44

   

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Elogio de los patriarcas

1*Alabemos a los varones ilustres, a nuestros mayores, a los que debemos el ser.

2Cosas muy gloriosas obró el Señor por su magnificencia con ellos desde el principio del mundo.

3*Gobernaron sus estados, fueron hombres grandes en valor, y adornados de prudencia; y como profetas que eran, hicieron conocer la dignidad de profeta.

4Gobernaron al pueblo de su tiempo con la virtud de la prudencia, dando muy santas instrucciones a sus súbditos.

5*Con su habilidad inventaron tonos musicales y compusieron los cánticos de las Escrituras.

6*Hombres ricos en virtudes, solícitos del decoro, pacíficos en sus casas.

7Todos éstos alcanzaron gloria, en los tiempos de su pueblo, y eran honrados en su siglo.

8Los que de ellos nacieron, dejaron un nombre que hace recordar sus alabanzas.

9*Mas hay de quienes no queda memoria, que perecieron como si nunca hubieran existido. Nacieron como si no hubiesen nacido, así ellos como sus hijos.

10Pero aquellos fueron varones misericordiosos, y su piedad no salió fallida.

11En su descendencia permanecen sus bienes.

12*Sus nietos son una sucesión santa, y su posteridad se mantuvo constante en las alianzas.

13Por el mérito suyo durará para siempre su descendencia; nunca perecerá su gloria.

14Sepultados en paz fueron sus cuerpos; y vive su nombre por todos los siglos.

15Celebren los pueblos su sabiduría, y repítanse sus alabanzas en la Iglesia.

Henoc y Noé

16*Henoc agradó a Dios, y fue transportado al paraíso para predicar a las naciones la penitencia.

17*Noé fue hallado perfectamente justo; y en el tiempo de la ira vino a ser instrumento de reconciliación.

18Por eso fue dejado un resto en la tierra cuando vino el diluvio.

19*A Noé fue hecha aquella promesa sempiterna, según la cual no pueden ser destruidos por diluvio todos los mortales.

Abrahán

20*Abrahán, aquel gran padre de muchas gentes, que no tuvo semejante en la gloria, el cual guardó la Ley del Altísimo, y estrechó con Él alianza,

21*la que ratificó con la circuncisión en su carne, y en la tentación fue hallado fiel.

22*Por eso juró el Señor darle gloria en su descendencia, y que se multiplicaría como el polvo de la tierra,

23*y que su posteridad sería ensalzada como las estrellas, y que ella sería heredera de mar a mar, y desde el río hasta los términos de la tierra.

Isaac y Jacob

24*Del mismo modo se portó con Isaac por amor de Abrahán su padre.

25A él le dio el Señor la bendición de todas las naciones, y confirmó su pacto sobre la cabeza de Jacob.

26*Al cual distinguió con sus bendiciones, y le dio la herencia, repartiéndosela entre las doce tribus.

27Y le concedió que en su linaje hubiese siempre varones de misericordia que fuesen amados de todas las gentes.



* 1. Desde aquí hasta el capítulo 50 versículo 26 se agregan los elogios de los varones ilustres del pueblo de Dios. Su fin es mostrar cuántas y cuan grandes cosas la Sabiduría de Dios obró en ellos y por ellos, para que la gloria sea dada toda a Él, único a quien pertenece. Véase Hechos 14, 2; 15, 12; Ef. 2, 9; Salmo 20, 6; 148, 13 y notas. Sobre este pasaje tenemos un fragmento de Orígenes que dice: “Así como el sol, la luna y todos los astros del firmamento brillan constantemente a los ojos de todas las creaturas que están debajo del cielo, así también las señales de la virtud de los santos y sus generosos combates resplandecen maravillosamente, y siempre ante todo el mundo, y dan a todos la regla del bien y el ejemplo de la piedad y de la santidad.” Los versículos 1-15 forman la Epístola de la Misa Común de Confesores Pontífices.

* 3. Como profetas que eran; “porque anunciaban misterios grandes, y no sólo de paso, sino con espíritu verdaderamente profético, lo que Dios interiormente les inspiraba” (Scío). Quiere decir que, si los patriarcas eran profetas, tenemos que corregir la opinión, muy común, de que el oficio principal del profeta consistiera en anunciar acontecimientos futuros. Profeta es, como dice el nombre, el que habla en nombre de Dios, hoy diríamos, el que predica la palabra de Dios, o como lo define San Pablo, el que edifica, exhorta y consuela (I Corintios 14, 3). De ahí que el mismo apóstol diga a los corintios: “Codiciad el don de la profecía” (I Corintios 14, 39). Según esto, todo predicador y misionero que anuncia la palabra de Dios sin restricción y sin acomodación, y la anuncia siempre y en toda su amplitud, es un profeta. ¡Ojalá haya muchos profetas en sentido paulino!

* 5. V. g.: los Salmos, que tenían melodías, y los otros cánticos que se hallan en la Biblia. Véase 47, 10 ss.; III Reyes 4. 32; I Paralipómenos 15, 19; II Paralipómenos 7, 6; 35, 15; Esdras 10, 24; Nehemías 12, 35. Este amor al canto litúrgico se ve también en San Pablo (Ef. 5, 19).

* 6. Pacíficos: Recordemos la conducta de Abel (Génesis 4), de Abrahán con su codicioso sobrino Lot (Génesis 13, 9 ss.), de Isaac (Génesis 26, 17 ss.), de Jacob (Génesis 32, 13 ss.), de Moisés (Números 12, 3).

* 9. Puede entenderse de los que se olvidaron de Dios, y por eso no eran dignos de ser mencionados en las Escrituras.

* 12. Una sucesión santa: un linaje temeroso de Dios. En las alianzas: las que Dios hizo con ellos.

* 16. Alude a Génesis 5, 24. Véase Hebreos 11, 5. Los Santos Padres trasmiten en sus escritos la misma tradición, según la cual Henoc (cf. 49, 16), vendrá con Elías (cf. 48, 10) para predicar, aquél a los gentiles y éste a los judíos, si bien no todos coinciden en que ellos sean los dos testigos de Apocalipsis 11, 3. Véase Judas 14.

* 17 s. Instrumento de reconciliación de los hombres con Dios. Noé fue en esto figura de Jesucristo. El versículo 18 muestra hasta qué punto Dios hizo valer esa mediación (Génesis 6, 1-9, 17). También este pasaje es usado en el Común de Confesores Pontífices.

* 19. Véase Génesis 8, 21; 9, 11.

* 20. Sobre Abrahán véase Hebreos 11, 8 ss.; Génesis 12, 1; 17, 19; 25, 10 y notas. Padre de muchas gentes: Así le llama también San Pablo, señalando que este nombre le fue dado por haber creído y esperado contra toda esperanza humana (Romanos 4, 3 y 18).

* 21. En su carne: es decir, en la circuncisión, con la cual fue confirmado el pacto entre Dios y Abrahán. Fue hallado fiel, cuando el Señor le mandó sacrificar a su hijo Isaac (Génesis 15, 18; 17, 10 ss.; 22, 1 ss.).

* 22. Gloria en su descendencia: Prometiéndole que de su familia nacerá el Mesías (Génesis 22, 15 ss.). Véase sobre esta promesa el verso final del Magníficat según el texto griego (Lucas 1, 55).

* 23. De mar a mar: desde el Mediterráneo hasta el mar Muerto. El río: Éufrates. Es la promesa que recuerda la Virgen en Lucas 1, 55. Cf. Salmo 131, 11; Isaías 41, 8.

* 24. Véase Génesis 17, 19; 26, 3-5; 26, 24.

* 26. Le dio la herencia (Génesis 28, 13 s.; 32, 8 s.) si bien no la recibió en vida, pues, como observan los Santos Padres, tuvo que emigrar a Egipto. (Génesis 42, 1; 43, 1; 46, 1 ss.).