Éxodo 16 |
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 |
29 | 30 | 31 | 32 | 33 | 34 | 35 |
36 | 37 | 38 | 39 | 40 |
Las
codornices y el maná
1*Habiendo
partido de Elim llegó todo el pueblo de los hijos de Israel
al desierto de Sin, que está entre Elim y el Sinaí, el día
quince del segundo mes después de su salida del país de
Egipto. 2Y murmuró todo el pueblo de los hijos de
Israel contra Moisés y Aarón en el desierto. 3*Les
decían los hijos de Israel: “¡Ojalá hubiéramos muerto a
manos de Yahvé en la tierra de Egipto, cuando nos sentábamos
junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan en
abundancia! Vosotros nos habéis sacado a este desierto para
matar de hambre a todo este pueblo.” 4Dijo
entonces Yahvé a Moisés: “Mira, Yo haré llover sobre
vosotros pan del cielo; y saldrá el pueblo a recoger cada
día la porción diaria; de esta manera lo pongo a prueba si
quiere andar o no según mi ley. 5Mas al día sexto
han de conservar lo que hayan traído, porque será el doble
de lo que acostumbran recoger cada día.”
6Dijeron,
pues, Moisés y Aarón a todos los hijos de Israel:
“Esta tarde conoceréis
que
Yahvé es quien os ha sacado
del
país de Egipto;
7y
a la mañana veréis
la
gloria de Yahvé,
ya
que ha oído vuestras murmuraciones que se dirigen contra El;
porque nosotros ¿qué somos para que murmuréis contra
nosotros?”
8Y
añadió Moisés:
“Esto será al daros Yahvé
esta tarde carne para comer,
y a
la mañana pan en abundancia;
pues Yahvé ha oído vuestras murmuraciones con que murmuráis
contra El; pues ¿qué somos nosotros? No van contra nosotros
vuestras murmuraciones, sino contra Yahvé.”
9Dijo
entonces Moisés a Aarón: “Di a todo el pueblo de los hijos
de Israel: Acercaos a Yahvé, porque El ha oído vuestras
murmuraciones.” 10Aun estaba hablando Aarón a
todo pueblo de los hijos de Israel, cuando ellos volvieron
la cara hacia el desierto, y he aquí que la gloria de Yahvé
se apareció en la nube. 11Y habló Yahvé a Moisés,
diciendo: 12 “He oído las murmuraciones de los
hijos de Israel. Diles: Entre las dos tardes comeréis carne
y por la mañana os hartaréis de pan; y conoceréis que Yo soy
Yahvé, vuestro Dios.” 13*Y
sucedió que a la tarde vinieron codornices que cubrieron el
campamento; y a la mañana había una capa de rocío alrededor
del campamento. 14Y al evaporarse la capa de
rocío se vio en la superficie del desierto una cosa menuda y
granosa, tan menuda como la escarcha sobre la tierra.
15*Cuando
la vieron los hijos de Israel, se decían unos a otros: “¿Qué
es esto?” Pues no sabían lo que era. Les dijo Moisés: “Este
es el pan que Yahvé os da por alimento.”
Preceptos relativos al maná
16*Ésta
es la orden prescrita por Yahvé: “Recoged de ello cada uno
cuanto necesite para comer, un gomor por cabeza, conforme al
número de vuestras personas; cada uno recogerá para la gente
que tenga en su tienda.” 17Lo hicieron así los
hijos de Israel, y recogieron unos más, otros menos. 18*Mas
cuando lo midieron con el gomor
(encontraron que)
quien había recogido mucho, nada tenía de mas, y quien había
recogido poco, nada tenía de menos. Cada uno había recogido
según lo que podía comer. 19Les dijo también
Moisés: “Nadie deje nada de ello hasta el día siguiente.”
20Pero no obedecieron a Moisés, sino que algunos
dejaron sobras para el día siguiente, y se produjeron
gusanos y hediondez, por lo cual Moisés se airó contra
ellos. 21Lo recogían pues todas las mañanas, cada
uno según lo que necesitaba para comer; más cuando se dejaba
sentir el calor del sol se derretía. 22El día
sexto recogieron doble porción de alimento, dos gomor para
cada persona. Y fueron todos los príncipes del pueblo a
decírselo a Moisés; 23*el
cual les respondió: “Esto es lo que ha mandado Yahvé: Mañana
es sábado, día de reposo, consagrado a Yahvé. Coced lo que
hayáis de cocer, y lo que hayáis de hervir, hervidlo; y todo
lo que sobre guardadlo como reserva para el día siguiente.”
24 Y ellos lo guardaron para el día siguiente,
según la orden de Moisés; y no hedió, ni se halló en él
gusano alguno. 25Dijo entonces Moisés: “Comedlo
hoy, porque hoy es sábado en honor de Yahvé; hoy no lo
hallaréis en el campo. 26 Seis días lo
recogeréis, mas al séptimo día que es sábado, no habrá
nada”.
27A
pesar de todo al séptimo día salieron algunos del pueblo a
recogerlo pero no encontraron nada. 28Dijo
entonces Yahvé a Moisés: “¿Hasta cuándo rehusaréis guardar
mis mandamientos y mis leyes? 29He aquí que Yahvé
os ha dado el sábado; por eso en el día sexto os da pan para
dos días. Quédese cada hombre en su sitio; no salga nadie el
día séptimo de su lugar”. 30Y descansó el pueblo
el día séptimo.
31*La
casa de Israel dio a ese alimento el nombre de maná. Era
como granos de cilantro, blanco, y su sabor como de torta de
miel. 32Y dijo Moisés: “Esto es lo que manda
Yahvé: Llenad de maná un gomor, a fin de que se guarde para
vuestros descendientes y vean ellos el pan con que os he
alimentado en el desierto cuando os saqué del país de
Egipto.” 33*Dijo,
pues, Moisés a Aarón: “Toma una vasija y pon en ella un
gomor completo de maná, y colócalo delante de Yahvé, a fin
de guardarlo para vuestros descendientes”. 34Y de
acuerdo con lo que Yahvé había mandado a Moisés, puso Aarón
el (maná) ante el Testimonio para guardarlo. 35*Los
hijos de Israel comieron el maná cuarenta años, hasta que
llegaron a tierra habitada. Comieron el maná hasta llegar a
los confines del país de Canaán. 36El gomor es la
décima parte del efa.
*
1. El desierto de Sin, situado entre Elim y el
Sinaí, no puede localizarse exactamente. Unos lo
buscan en el interior de la península de Sinaí;
otros, en cambio, cerca del Mar Rojo.
*
3. Cada día:
Dios quería que su pueblo viviese “al día” para
mostrarles que el pan cotidiano venía de Él. Éste
será también el sentido del “cada día” en la cuarta
petición del Padre Nuestro (Lucas 11, 3; cf. Mateo
6, 11).
*
13. Las enormes bandadas de codornices no son cosa
extraordinaria en aquella región. Todos los años,
estas aves atraviesan la península de Sinaí para
regresar al norte. Dios dirigió las bandadas de aves
hacia el lugar donde acampaban los israelitas. Cf.
Salmo 104, 40.
*
15. ¿Qué es
esto? La Vulgata pone la palabra hebrea “manhú”
y lo explica agregando:
Esto quiere
decir ¿Qué es esto? De “manhú” se formó la
palabra de maná (v. 31). Hasta ahora han fracasado
todos los intentos de explicar el maná como fenómeno
natural. Según el contexto se trata de un manjar
milagroso. Esto es tan evidente, que lo reconocían
aun los fariseos que hablaban con Jesús (Juan 6,
31). El tamarisco que algunos consideran como
producente del maná, exuda, es verdad, una especie
de resina o goma de color amarillento y blanco, mas
no hubiera bastado para alimentar todo un pueblo
durante tan largo tiempo.
*
16. Un gomor,
la décima parte del efa, o sea 3,6 litros (v. 36).
El hebreo dice:
un ómer.
*
18 ss. San Pablo en II Corintios 8, 14 s. explica
esto en el sentido de que la abundancia de los ricos
ha de emplearse para suplir la indigencia de los
pobres. Es muy importante esta enseñanza que nos
defiende contra la desconfianza en la Providencia.
Jesús la reitera con divina elocuencia en el Sermón
de la Montaña (Mateo 6, 25-33). Contra la pasión de
atesorar, cf. I Timoteo 6, 8-10.
*
23. Por aquí y el versículo 30 se ve que el sábado
se celebraba ya antes de la legislación del Sinaí
(capítulo 20 ss.), la cual lo supone y confirma. Su
institución ha de verse en el relato de la Creación
(Génesis 2, 2) donde el autor sagrado revela que
Dios bendijo el séptimo día y lo “santificó”, es
decir, lo reservó para Él. De ahí que el pueblo de
Israel descansara después de sus seis días de
trabajo en memoria del séptimo día, en que Dios
“descansó” después de la Creación. Más tarde la ley
del sábado fue extendida también a la tierra, cuyos
campos tenían que descansar cada siete años. Cf. 23,
10; Levítico 25, 1 ss.; Deuteronomio 15, 1 ss.
*
31. Como
granos de cilantro, o coriandro. Números 11, 7
agrega: y su color como el color del bedelio (cf.
Génesis 2, 12).
*
33. Cf. Hebreos 9, 4. El vaso con el maná que se
guardaba en el Tabernáculo, recordaba a los
israelitas el alimento milagroso que Dios les
proporcionara en el desierto, y era una advertencia
de que no sólo del pan vive el hombre, sino de toda
palabra que sale de la boca de Dios (Deuteronomio 8,
3; Mateo 4, 4).
*
35. El maná
fue como Jesús mismo declara (Juan 6, 49), figura de
la Eucaristía. Venía del cielo todos los días y
servía de alimento en el camino por el desierto.
Igualmente Jesucristo baja del cielo todos los días
en el momento de la consagración, y se nos da por
alimento en el desierto de la vida. “Manjar de
Ángeles” lo llama el autor sagrado del libro de la
Sabiduría (16, 20). Cf. Salmo 77, 25. “Este pan sólo
lo comen los que dejan a Egipto y sus deleites y
caminan hacia la tierra de promisión” (Páramo).
|