Oseas 3 |
|
Matrimonio con una adúltera
1*Yahvé
me dijo: “Anda otra vez y ama a una mujer, amada de su
amigo y adúltera; así como Yahvé ama a los hijos de
Israel, aunque ellos se vuelven a otros dioses y gustan
las tortas de pasas.”
2*Me
la adquirí por quince siclos de plata, y un hómer de
cebada, y un létek de cebada. 3*Y
le dije: “Muchos días tendrás que esperarme; no
cometerás fornicación, ni te entregarás a ningún hombre,
y yo haré lo mismo respecto de ti.” 4*Porque
mucho tiempo han de estar los hijos de Israel sin rey,
sin príncipe, sin sacrificio, sin massebah, sin efod y
sin terafines. 5*Pero
después se convertirán los hijos de Israel, y buscarán a
Yahvé, su Dios, y a David, su rey; y con temblor
(acudirán) a
Yahvé y a su bondad al fin de los tiempos.
*
1. Una
mujer: tal vez la misma que tenía ya antes
(capítulo 1), según creen no pocos expositores.
De esta manera el profeta sería figura de Dios
que vuelve sin repugnancia a su esposa infiel,
el pueblo de Israel, a pesar de las
infidelidades de la misma. Véase Ezequiel 16, 55
y nota. También puede tratarse de otra mujer,
igualmente depravada: una prueba más para el
fiel profeta, que en su persona tiene que
representar la posición de su pueblo para con
Dios. Véase 1, 2 y nota.
Tortas de
pasas, esto es, ofrendas que se hacían a
Astarté, la “reina del cielo”. Véase Jeremías 7,
18 y nota; 44, 19.
*
2. Oseas paga el precio de una esclava: en
total: 30 siclos, más o menos (Éxodo 21, 32).
Cf. Zacarías 11, 12.
*
3. Tendrás que esperarme, antes de ser mi
esposa. Veré si tu conversión es verdadera, para
reconciliarte con tu legítimo esposo (San
Jerónimo). Es de notar que Dios se dirige aquí
al reino de Israel, o sea, de las diez tribus
del Norte, sobre cuyo misterioso destino
carecemos de toda noticia desde su cautiverio en
Asiria (cf. Esdras 1, 2 y nota). Sin embargo,
los profetas hablan de su vuelta (Isaías 11, 14
ss.).
*
4. El sentido es: Israel quedará por mucho
tiempo sin independencia política y también sin
culto y sin oráculos. Massebah: Así se
llamaban las piedras erigidas en honor de Baal.
Efod era nombre de una prenda, en la cual
el Sumo Sacerdote llevaba sobre el pecho los
Urim y Tummim, que servían para averiguar la
voluntad divina (Éxodo 28, 6 ss.). Israel
quedará, por consiguiente, sin dirección divina.
Terafines se llamaban los dioses
domésticos. Véase Génesis 31, 19 y nota; I Reyes
19, 13 y nota. El profeta no cree en dichos
ídolos, pero menciona la privación de ellos,
haciendo ver que esta desolación apartará a
Israel de la idolatría (Knabenbauer).
*
5. David, el rey al cual están buscando,
es el Mesías, descendiente de David (Ezequiel
37, 24 s.). Hay unanimidad entre los exégetas
sobre el sentido de esta profecía. Todos la
refieren al pueblo de Israel que un día,
habiendo recibido “el doble por todos sus
pecados” (Isaías 40, 2), volverá “con una
voluntad diez veces mayor” (Baruc 4, 28 y nota),
mirará y admirará al Redentor (Juan 19, 37;
Zacarías 12, 10; Mateo 23, 39; Romanos 11, 25
s., etc.), cosa que ocurrirá “en la postrimería
de los días” (Scío).
|