Iglesia Remanente
2 Reyes 24

1 2 3 4 5 6 7
8 9 10 11 12 13 14
15 16 17 18 19 20 21
22 23 24 25      

Reinado de Joakim

1*En sus días vino Nabucodonosor, rey de Babilonia, y Joakim le estuvo sujeto por tres años; después de lo cual volvió a rebelarse contra él. 2*Yahvé envió contra él bandas de caldeos, bandas de sirios, bandas de moabitas y bandas de los hijos de Ammón. Las envió contra Judá para destruirle, según la palabra de Yahvé que había hablado por medio de sus siervos los profetas. 3Por orden del mismo Yahvé se hizo esto contra Judá, para quitarlo de su presencia, a causa de todos los pecados que había cometido Manasés, 4y también a causa de la sangre inocente por él derramada; pues había llenado a Jerusalén de sangre inocente, por la cual Yahvé no quiso perdonar.

5Las demás cosas de Joakim, y todo lo que hizo, ¿no está esto escrito en el libro de los anales de los reyes de Judá? 6*Joakim se durmió con sus padres, y en su lugar reino su hijo Joaquín.

7El rey de Egipto no salió más de su tierra; porque el rey de Babilonia había tomado todo lo que antes era del rey de Egipto, desde el torrente de Egipto hasta el río Éufrates.

Joaquín

8*Joaquín tenía diez y ocho años cuando empezó a reinar, y reinó tres meses en Jerusalén. Su madre se llamaba Nohestá, hija de EInatán, de Jerusalén. 9Hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, imitando todo lo que había hecho su padre.

10En aquel tiempo los servidores de Nabucodonosor, rey de Babilonia subieron a Jerusalén, y la ciudad fue asediada. 11*Vino también Nabucodonosor, rey de Babilonia, a la ciudad, mientras sus capitanes la asediaban. 12Entonces Joaquín, rey de Judá, se presentó al rey de Babilonia, él y su madre, sus servidores, sus príncipes, y sus eunucos, y el rey de Babilonia lo tomó preso el año octavo de su reinado, 13y como Yahvé lo había predicho, sacó de allí todos los tesoros de la Casa de Yahvé y los tesoros de la casa real, e hizo pedazos todos los objetos de oro que Salomón, rey de Israel, había hecho para el Templo de Yahvé. 14*Llevó al cautiverio a toda Jerusalén, a todos los príncipes, y a todos los guerreros —diez mil cautivos— y todos los artesanos y herreros, no quedando sino los más pobres del pueblo del país. 15*Deportó a Joaquín a Babilonia y llevo cautivos de Jerusalén a Babilonia a la madre del rey, a las mujeres del rey, a sus eunucos y a la gente pudiente del país. 16*A todos los hombres robustos, en número de siete mil, a los artesanos y herreros en número de mil, a todos los hombres de valer y aptos para la guerra, los llevó el rey de Babilonia cautivos a Babilonia; 17*y en lugar de (Joaquín) puso por rey a Matanías, tío de (Joaquín), mudándole el nombre en el de Sedecías.

Sedecías, último rey de Judá

18Sedecías tenía veintiún años cuando empezó a reinar, y reinó once años en Jerusalén. Su madre se amaba Hamital, hija de Jeremías, de Lobná. 19Hizo lo que era malo a los ojos de Yahvé, imitando todo lo que había hecho Joakim, 20de manera que la ira de Yahvé contra Jerusalén y Judá llegó hasta el punto de arrojarlos de su presencia. Entonces Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.



* 1. Nabucodonosor, rey de Babilonia, destruyó en 606 a. C. el reino de los asirios, ocupó después toda la Siria, y triunfó sobre Necao, rey de Egipto, en Carquemís (cf. 23, 30 y nota). De Jerusalén llevó Nabucodonosor muchos cautivos, entre ellos al profeta Daniel.

* 2. Se acerca el fin para el pequeño reino de Judá que se había atrevido a meterse en la política internacional, en vez de confiar en su único protector. Cf. Jeremías 27, 6. Dios se vale de los paganos para castigar a su pueblo escogido.

* 6. Joaquín, llamado Jeconías (Mateo 1, 11).

* 8. Véase II Paralipómenos 36, 9-10.

* 11. Este asedio de Jerusalén tuvo lugar el año 598 a. C. y terminó con la segunda deportación de judíos a Babilonia, entre los cuales se hallaba- el profeta Ezequiel.

* 14. Artesanos y herreros: Cf. I Reyes 13, 19 y nota.

* 15. Cf. Ester 2, 6 y 11, 4.

* 16. El rey recobró la libertad después de 37 años de cautividad (véase 25, 27).

* 17. La figura de Sedecías, el último rey está bien retratada en el Libro de Jeremías. “Como hombre era un cerebro mediocre y un espíritu adocenado, sin grandes prendas y sin grandes defectos, y parece que hasta la edad de veintiún años cuando se halló colocado en el trono, se mantuvo discreta y oportunamente alejado de la vida pública. Después ya en el trono, pensó con el cerebro de otros, decidió con el criterio de los demás, quiso su ruina y la de su reino en vista de los errores de otros. Los más numerosos, o por lo menos los que chillaban con más fuerza, acababan por atraérselo; les seguía, pero volvía atrás por un miedo constante de ir por mal camino, y buscaba otro diverso” (Ricciotti, Historia de Israel, número 53l).