Eclesiástico 35 |
1 | 2 | 3 | 4 | 5 | 6 | 7 |
8 | 9 | 10 | 11 | 12 | 13 | 14 |
15 | 16 | 17 | 18 | 19 | 20 | 21 |
22 | 23 | 24 | 25 | 26 | 27 | 28 |
29 | 30 | 31 | 32 | 33 | 34 | 35 |
36 | 37 | 38 | 39 | 40 | 41 | 42 |
43 | 44 | 45 | 46 | 47 | 48 | 49 |
50 | 51 |
El culto grato a Dios
1*El
que observa la Ley hace muchas oblaciones.
2Sacrificio
de salud es guardar los mandamientos, y alejarse de toda
iniquidad.
3Apartarse
de la injusticia, es como ofrecer un sacrificio de
propiciación por las injusticias, y remover la pena
merecida por los pecados.
4Así
como el que ofrece la flor de harina tributa gracias,
así el que hace misericordia, ofrece un sacrificio.
5*Agrada
al Señor el huir de la iniquidad; y el alejarse de la
injusticia es ofrecer una oración por los pecados.
6*No
comparezcas en la presencia del Señor con las manos
vacías;
7porque
todas esas cosas se hacen por mandamiento de Dios.
8*La
oblación del justo engrasa el altar, y es un olor suave
en la presencia del Altísimo.
9Acepto
es el sacrificio del justo, y no se olvidará de él el
Señor.
10Da
con corazón generoso gloria a Dios, y no disminuyas las
primicias de tus manos.
11*Todo
lo que das, dalo con semblante alegre, y consagra tus
diezmos con regocijo.
12Retribuye
al Altísimo a proporción de lo que te ha dado, y
preséntale con alegría ofrendas, según tus facultades;
13porque
el Señor es remunerador, y te volverá siete veces más.
14*No
le ofrezcas dones defectuosos; porque no le serán
aceptos.
15Y
no cuentes para nada un sacrificio injusto; porque el
Señor es juez, y no tiene miramiento al rango de las
personas.
Contra los opresores
16No
hace el Señor acepción de personas en perjuicio del
pobre; Él escucha las plegarias del injuriado.
17*No
desechará los ruegos del huérfano; ni a la viuda cuando,
derramare sus gemidos.
18Las
lágrimas de la viuda, que corren por sus mejillas, ¿no
son por ventura otros tantos clamores contra aquel que
se las hace derramar?
19Desde
las mejillas suben hasta el cielo, y el Señor que la
escucha, no las verá sin irritarse.
20Quien
adora a Dios con buena voluntad, será protegido, y su
oración llegará hasta las nubes.
21*La
oración del humilde traspasará las nubes, y no reposará
hasta acercarse al Altísimo; del cual no se apartará
hasta tanto que Él le mire.
22*Y
el Señor no dará largas, sino que vengará a los justos,
y hará justicia; el Fortísimo no tendrá más paciencia
con ellos, sino que quebrantará su espinazo.
23A
las naciones les dará su merecido, hasta aniquilar la
multitud de los soberbios, y desmenuzar los cetros de
los inicuos;
24*hasta
dar el pago a los hombres según sus méritos, conforme a
las obras de Adán y según su presunción;
25hasta
que haya hecho justicia a su pueblo, y consolado con su
misericordia a los justos.
26*Amable
es la misericordia de Dios en el tiempo de la
tribulación. Es como las nubes de lluvia en tiempo de
sequía.
*
1 ss.
“Es interesante esta sección por el concepto
espiritual que nos da del culto divino, muy en
armonía con el Salmo 50, 8-15” (Nácar-Colunga).
Sobre las normas que siguen véase 34, 21 ss.; I
Reyes 15, 22; Salmo 4, 6; Isaías 1, 10-20;
Jeremías 7, 3; 26, 13; Oseas 6, 6; Mateo 9, 13 y
notas.
*
5. El
versículo 3 anticipa este concepto que muestra
hasta dónde llega la misericordia de Dios que
computa como reparación el simple cumplimiento
del deber. Véase Salmo 50, 11 y 19; Proverbios
12, 12 y notas.
*
6 s.
Véase Éxodo 23, 15; 34, 20; Deuteronomio 16, 16.
La Ley de Moisés comportaba la obligación de
ofrecer víctimas, todas ellas acompañadas de
justicia, obediencia y misericordia, como
acabamos de ver. “Los justos son amigos de Dios;
por el lazo de la caridad y de las virtudes le
hablan familiarmente; y Él les oye y les
atiende” (San Gregorio).
*
8.
Engrasa el altar: Es la justicia, o sea la
rectitud de corazón, lo que hace el sacrificio
pingüe y agradable a Dios.
*
11 ss.
Dios ama al que da con alegría (II Corintios 9,
7). Véase Tobías 4, 9; Hebreos 13, 17; Filemón
14. Siete veces más (versículo 13): Jesús
va hasta ofrecer el céntuplo (Mateo 19, 29;
Marcos 10, 30). Cf. Salmo 111, 9
y
nota.
*
14 s.
Sobre las víctimas defectuosas véase Levítico
22, 21; Deuteronomio 15, 21; sobre bienes
adquiridos por medios ilegales, 34, 21 ss. y
nota; sobre la acepción de personas,
Deuteronomio 10, 17; II Paralipómenos 19, 7; Job
34, 19; Sabiduría 6, 8; Hechos 10, 34; Romanos
2, 11; Gálatas 2, 6; Colosenses 3, 25.
*
17 ss.
Véase las palabras de Jesús en Lucas 18, 7 ss. y
las de Santiago (1, 27).
*
21.
La oración del humilde traspasará las nubes,
etc. Y no se apartará hasta que la mire el
Altísimo. De todo lo que la Biblia dice de la
oración, es éste el rasgo más consolador. La
humildad da alas a la oración; sin las alas de
la humildad la oración no puede levantarse,
porque Dios resiste a los soberbios y da su
gracia a los humildes (Santiago 4, 6). La
oración del justo, dice San Agustín, es la llave
del cielo; la oración sube, y la misericordia de
Dios baja. Cf. Salmo 21, 25; 50, 18; 101, 18.
*
22 s.
Vemos cómo también las naciones serán juzgadas.
Alude especialmente a los enemigos del pueblo
judío, como se ve en la oración del capítulo
siguiente. Véase Salmo 109, 5 s. y nota.
*
24.
De Adán: de los hombres herederos de su
pecado. Falta en el texto original.
*
26.
De la tribulación; o sea, de la opresión
(de Israel). Sobre la hermosa figura de la
lluvia, véase Salmo 142, 1 y nota.
|